Dios Actúa en NosotrosMuestra

“DIGNOS DE SU LLAMAMIENTO”

Los primeros cristianos, como a los que se dirige el apóstol Pablo, percibieron de inmediato la condición de la circunstancia de la vida cristiana como una vocación, como un llamado. La vida cristiana es una vocación. Es un llamado a seguir un proyecto de vida no conforme a nuestro pensamiento o a nuestros deseos, sino al corazón y proyecto de Dios para la humanidad. Es una vida en el Espíritu porque en el Espíritu son creadas nuevas las cosas por medio de la fe. Porque es el Espíritu quien da testimonio al nuestro que somos hijos de Dios. 

De manera que, la oración de Pablo en su carta a los Tesalonicenses, “…que nuestro Dios os haga dignos de la vocación y lleve a término con su poder todo vuestro deseo de hacer el bien” sea una realidad en este y cualquier momento que vivamos. En la confianza que Dios está a nuestro lado, que Él realice eficazmente en nosotros el deseo de siempre hacer el bien que es nuestro llamamiento permanente. 

Que Dios nos considere dignos del llamamiento que nos ha hecho y por su poder perfecciones toda disposición al bien, y toda obra que realicemos por la fe sea también para ello por el poder que actúa en nosotros. Amén.