Lleva Tu Barca a Aguas Más ProfundasMuestra

El fruto de la obediencia

Le puedes llamar fe o confianza en Dios, en todo caso el resultado siempre será el mismo; Simón Pedro confió y obedeció a lo que Jesús le dijo y su fe fue recompensada. Algunos pensarán, bueno, ya sabes “Las circunstancias eran las correctas para Simón, por eso Dios lo bendijo”, pero no; Jesús bendijo a Simón Pedro porque este decidió obedecer con confianza a lo que Jesús le ordenaba a pesar de las circunstancias.   

¿Cuál es el punto? Tal vez te preguntes. Bueno, la obediencia a Dios es un mandamiento, a pesar de que algunas personas suelen pensar o ver la obediencia a Dios como un consejo, una recomendación o una sugerencia. No, la obediencia a Dios es un mandamiento y como tal debemos cumplirlo a cabalidad.

Por qué tan radical Juan ¿Tal vez te preguntarás? Porque, por naturaleza somos rebeldes, nadie nace con la intención de obedecer a Dios; por causa del pecado original nos gusta “Hacer lo que queremos”, ir en contra vía a Dios y su palabra. Por tanto, Jesús no solo personifica la obediencia a Dios, sino que su principal labor a través del Espíritu Santo es llevarnos otra vez al camino del deleite en la obediencia a Dios. 

Ahora, hablando de la pesca milagrosa como resultado a la obediencia de Simón Pedro podríamos decir que Dios quiere bendecir nuestra labor, fruto de nuestras manos o lugar de trabajo, siempre y cuando Jesús sea quien lo dirija y eso será suficiente para marcar la diferencia. 

Quiero darte las gracias querido (a) amigo (a), por completar el plan de lectura devocional "Lleva tu barca a aguas más profundas".  en Conociendo a Dios,  oramos por ti, y nuestro deseo de corazón es que haya sido de bendición para tu vida. 

Pr. Juan Carlos Calle 

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