[Certeza en la incertidumbre] El plan de Dios y la respuesta del hombre Muestra

Nuestra respuesta al plan de Dios da resultados extraordinarios

En la vida, hay momentos en los que somos desafiados y llamados a actuar. Nuestra respuesta a ese llamado nos pone en una posición a través de la cual Dios puede ser glorificado, y el destino de los demás puede ser cambiado para siempre. Tales momentos deben ser aprovechados y apreciados. En el instante en que te alineas con la voluntad y el plan de Dios, tienes el privilegio de decir: “Aquí estoy, Señor. ¡Úsame!”

Cuando Jesús pidió a sus discípulos que le trajeran un burro y su cría, ellos hicieron lo que Él les ordenó (Mateo 21:6). Su obediencia también permitió que el dueño de los animales se convirtiera en parte del plan de Dios porque se necesitaron tres personas para cumplir la profecía. Su respuesta fue: “Sí Señor, mis recursos son tuyos”.

Me pregunto cuántas veces hemos tenido la oportunidad de formar parte del plan de Dios, y ni siquiera nos hemos dado cuenta de eso en el momento. A veces pienso que un día en el cielo, entenderemos muchas cosas que no nos detenemos ni siquiera a considerar en la tierra. Cómo nuestros recursos y dones, por pequeños e insignificantes que parezcan, pueden llegar a formar parte de algo mucho más significativo de lo que nos atrevemos a imaginar.

Los pensamientos y planes de Dios están mucho más allá de lo que podemos imaginar. En el libro de Isaías, Dios nos dice así: “Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos... ...y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse”. Continúa diciendo: "Lo mismo sucede con mi palabra. La envío, y siempre produce fruto: logrará todo lo que yo quiero, y prosperará en todos los lugares donde yo la envíe" (55:8, 11 NTV). 

¿Puedes ver cómo tu sí a Dios siempre producirá frutos y logrará todo lo que Él quiere? Su voluntad prospera en todas partes, todo lo que tienes que hacer es escuchar Su palabra y decir: "¡Sí, Señor, aquí estoy, ¡úsame! Considera el diseño de Dios detrás de cada oportunidad que Él ponga en tu camino para bendecir a los que te rodean. Prepárate para escuchar Su voz y obedecer. Un solo acto, tan simple y hasta ridículo como pueda parecer, en las manos de Dios logrará resultados extraordinarios. ¿Cómo vas a responder al plan de Dios?