[Serie Todas las cosas] Nosotros el puebloMuestra

Nosotros, el pueblo, podemos mantenernos firmes

¿Recuerdas la tensión en tus músculos y articulaciones cuando eras adolescente? Tus articulaciones te dolían mientras tu cuerpo se estiraba y crecías. Cuando estás creciendo, la tensión es normal. Para crecer, necesitas pasar por ese tiempo de estiramiento y adaptación.

Mientras crecemos en el Señor y aprendemos a adaptarnos a esta nueva realidad, nuestro objetivo como familias y hermanos en Cristo debe ser resolver las cosas juntos, manteniéndonos firmes en el Señor. Permanecer firmes requiere resistencia y perseverancia en medio de las dificultades y pruebas. No es fácil aferrarse al mástil de un barco mientras el viento y las olas nos están sacudiendo. Se requiere mucha fuerza física para mantenernos sujetos a la parte más firme y perseverar en ello.

Esta semana me sentí muy triste. Soy un pastor extrovertido. Me encanta estar rodeado de gente y disfruto pasar tiempo con mis “ovejas”. No estoy acostumbrado a predicar en una iglesia vacía y no ver las caras y reacciones de la gente. Me preguntaba cuándo volveremos a estar juntos. Hemos experimentado tantas decepciones y cancelaciones en estas semanas: bailes de graduación, fiestas de cumpleaños, promociones de trabajo, la lista es interminable.

Este es el momento en que nuestra fe es probada. Estamos llamados a mantenernos firmes en nuestra confianza en el Señor y en nuestra conexión con las relaciones importantes de nuestra vida. Seamos aquellos que continúan asistiendo a los estudios bíblicos, (aunque no disfrutemos tanto de las reuniones de zoom), y hagamos un esfuerzo por llamar a nuestros amigos y a orar por cada uno de ellos. 

Que el ejemplo de Jesús nos anime y nos enseñe a mantenernos firmes. Él luchó por nosotros en la cruz completamente solo. Todos lo dejaron, pero él se mantuvo firme porque sabía que Su sacrificio traería la salvación a todo el mundo. Se mantuvo firme sin vacilar ante la esperanza de nuestra futura liberación. 

Todo esto pasará. Vamos a lograrlo juntos, manteniéndonos firmes como un solo pueblo en el Señor y el poder de Su fuerza. Seamos un pueblo que tendrá un testimonio de oración y perseverancia en medio de las pruebas al final de esta pandemia. Incluso si estamos cansados y desanimados, necesitamos aferrarnos a las promesas de Dios y mantenernos firmes en la fe.