Sanado Por Jesús Muestra

Todos Necesitamos Sanación

Todos necesitamos sanación en nuestras vidas. Podemos tener una enfermedad física, un trauma emocional, un trastorno mental, o una carga espiritual que nos mantiene batallando aún después de años de oración para que desaparezca.

La gente que vivía cuando Jesús caminó sobre la tierra no eran diferentes a nosotros. Tenían hijos enfermos, enfermedades que los anegaban, y luchas mentales que los tenían prisioneros. Y, a pesar de que ellos ,quizás, no conocían quien era Jesús verdaderamente, sabían una cosa:recurrir a Él por sanación era su última esperanza. Y así lo hacían.

Los libros de Mateo, Marcos, Lucas, y Juan están llenos de historias de gente sanada por Jesús. Y no sólo de la manera común de sanar"poner tu mano sobre alguien", Él sanó de diferentes formas. La gente era sanada cuando Él les hablaba, los tocaba, los interrogaba, y ,aún, cuando Él hacía algo inusual como escupir en el lodo y enviar a las personas a ver a un sacerdote.

No conocemos cada ejemplo de sanación que ocurrió mientras que Jesús estuvo en la tierra. Juan nos dijo que no habría suficiente lugar para escribir cada cosa sorprendente que Jesús hizo (Juan 21:25 NVI). Básicamente, si estuvieras en la presencia de Jesús o no, o si lucharas en tu fe o no, Jesús tenía el poder de sanarte.

Tomemos al hijo de un importante oficial del gobierno en Juan 4. El hijo de este hombre estaba muy enfermo, y cercano a la muerte. Cuando él escuchó que Jesús estaba en la ciudad, lo encontró y le rogó que curara a su hijo. Jesús se quedó donde estaba y simplemente dijo,"Vuelve a casa que tu hijo vive"(Juan 4:50 NVI). Luego sabemos que el hijo en verdad se repone. De hecho, en el momento en que Jesús habla, la fiebre lo deja.

¡Qué milagro maravilloso! Jesús no estaba cerca del niño, ni siquiera lo vio. El literalmente habló siete palabras, y así nada más, el hijo fue sanado y toda la familia creyó en Jesús. Más allá decómoJesús sane, necesitamos reconocerqueÉl sana y lo hace cómo lo considera necesario.

En los siguientes días de este Plan, aprenderemos sobre las diferentes formas en las que Jesús sana. Que esto nos aliente a ver a nuestro Salvador cómo que hacía milagros, y aún hoy los hace. Oremos para que tengamos ojos para verlos.