Fundando una iglesia saludableMuestra

Confía en tu llamado

Una de las cosas más importantes que puedes hacer antes de fundar una iglesia es escuchar claramente, responder y confiar en el llamado de Dios en tu vida. El llamado de Dios no es tiempo pasado; Él nos llama a entrar en Su plan cada día.

Imagina a un niño que juega afuera y escucha a sus padres llamarlo. ¿Qué hace? Corre hacia ellos, porque reconoce la importancia de que su mamá o papá lo llamen. Y, este llamado no es un llamado único. Es continuo, durante toda la infancia. La llamada se vuelve familiar y anticipada. El llamado de Dios es de la misma manera.

Dios te ha escogido, Él continúa escogiéndote. Él te llama porque te ama, no porque necesita que pongas una iglesia. Saber como fundar una iglesia no es el criterio que necesitas. Ser llamado por Dios, lo es.

Piensa en eso un poco más. El conocimiento no es un requisito; el único requisito previo es ser encomendado por Dios. Cuando confiamos en nuestro propio poder y fuerza, solo podemos llegar hasta cierto punto, pero cuando nos permitimos confiar en Dios, no tenemos límites.

Al leer la palabra de Dios hoy, deja que las Escrituras sean un punto de anclaje para todo lo que Dios está haciendo ahora y lo que hará después en tu vida. Dios no llama a los que ya están equipados. Él equipa a los que ha llamado. ¡Confirma tu llamado, y nunca tropezarás! Corre hacia Él. Confía en Él. Y, ¡diviértete!