[Grandes versos] Hemos recibido poder de DiosMuestra

Poder para ser un poderoso pueblo de oración  

Todos estos en común acuerdo se dedicaban a la oración. 

La iglesia primitiva en Jerusalén se dedicó a la oración desde el principio. Después de la ascensión de Jesús, los primeros 120 creyentes se reunieron en un aposento alto y derramaron sus corazones a Dios. Estaban consagrados a la oración porque estaban dedicados y desesperados por Dios. ¿Qué hace Dios? Derrama su Espíritu Santo sobre ellos y da a luz a la iglesia. Reúne a una gran multitud, unge a un Pedro ahora transformado para predicar y salva a unas tres mil personas. La iglesia estaba afuera y avanzaban, transformando el Imperio Romano.

Esto continúa a lo largo del libro de Hechos. La iglesia se mueve de un pequeño grupo de creyentes judíos para precipitarse a través del Imperio Romano y convertirse en un gran cuerpo internacional, pluricultural y multiétnico de creyentes empoderados por el Espíritu Santo. Detrás de todo esto había un hecho: la iglesia estaba dedicada a la oración.

En cada coyuntura crítica, a través del notable registro de la iglesia primitiva, está el poder de la oración. Oración unida, apasionada y confiada.

Cuando el pueblo de Dios se une y se dedica a orar, cosas suceden. Dios aparece. El Espíritu viene en poder. Cristo es exaltado. Los perdidos se salvan. Los enfermos se curan. Las vidas se transforman. Los avances ocurren. Todo a causa de la oración.

Cuando estemos consagrados a Dios y anhelemos a Dios, nos comprometeremos a la oración. Dios usa a las personas que oran. Dios usa iglesias que oran. La oración es la verdadera obra del ministerio.