¿Alguien Me Dará Buenas Noticias?Muestra

Nuestra generación tiende a buscar buenas noticias que sólo nos impacten o beneficien directamente. Como creyentes y seguidores de Cristo no podemos estar satisfechos con buenas noticias que sólo nos afectan a nosotros sin pensar en aquellos que nos rodean. La negatividad afecta a la gente de todo el mundo de muchas maneras diferentes. Vemos la tragedia que ocurre a nuestro alrededor: cuando una situación es negativa, evitamos las malas noticias o buscamos maneras de autocalmarnos o automedicarnos en medio de ella. La gracia de Dios es una Buena Nueva y está disponible para todos los que la reciben. Pablo se vio impulsado por las Buenas Noticias porque tenía una revelación de la obra redentora de

Jesús en su propia vida; asumió el compartir acerca de Jesús a los demás como su único propósito y llamado. ¡Jesús era pura gracia! Necesitamos una revelación de la gracia que hemos recibido personalmente a la vez que hacemos de la compasión hacia los demás un alto valor y prioridad en momentos en los tantos están viviendo pruebas y dificultades imprevistas de muchos tipos. Podemos y debemos compartir las Buenas Nuevas del Evangelio dondequiera que vayamos, tal como nosotros mismos hemos recibido esa misma gracia.

Pregunta:

1. ¿A quién le has contado las buenas nuevas de Jesus recientemente? ¿A quién puedes animar de manera intencional en cuanto a la gracia que has recibido personalmente?