Educación en casa inesperada Muestra

¿Qué estoy haciendo?

Tal vez elegiste este Plan bíblico porque te has encontrado en un lugar y una posición que nunca imaginaste que estarías. Tal vez incluso juraste que ¡tú nunca educarías en casa! Pero aquí estás, empujado a tomar una decisión fuerte, muy lejos de tu zona de confort.

Hace muchos años atrás mi esposo y yo tomamos una decisión personal de educar nuestros hijos en casa. Pero, hoy puede ser que tengas que elegir entre dos dificiles opciones: Enseñar a tu hijos tú mismo, o colocarlos en una circunstancia educativa desconocida donde las "reglas" pueden cambiar día a día. En cualquiera de las dos opciones hay un gran sacrificio personal que debe ser hecho, y me imagino que tienes una gran cantidad de preguntas acerca de qué puede significar esto para ti y tu familia.

¿Cómo podré hacer esto? ¡No soy un profesor!

¿No sufrirán mis hijos de una falta de socialización con sus compañeros?

¿Mi vida está acabada?

Por el otro lado de todas estas preguntas y muchas más, y después de 33 años de educar en casa a nuestros siete hijos durante todo el camino hasta la escuela secundaria, espero que este plan responda un poco tus preguntas y posiblemente calme en algo tus más grandes miedos respecto a esta decisión.

En este Plan hablaremos acerca de tu relación con Jesús, la relación que tienes con tus hijos y su relación entre cada uno de ellos, y cómo puedes hacer para atravesar esta inesperada circunstancia. Espero que descubras respuestas a las preguntas anteriores y a muchas otras más a medida que vas leyendo los próximos cinco días y te adentras en Jesús durante estos tiempos sin precedentes.

No importa dónde te encuentres hoy, no importa cuántas preguntas o cuánto miedo puedas tener, quiero que sepas primero que no tienes que tener todo resuelto. Jesús conoce lo que tienes por delante tú y tus hijos y que es más que suficiente para esta situación abrumadora. Él te ve y te cuida, y Su mano está completamente abierta con abundante e infinita gracia más que suficiente para cubrir tus miedos y debilidades de hoy y de mañana. ¿Respirarás hondo, te acercarás y valientemente confiarás en Él a medida que avanzas en este nuevo territorio? ¡Él ya fue antes que tú para preparar el camino!

Padre, ¿cómo llegué a este lugar para incluso leer este Plan? ¿Cómo podré hacer este trabajo imposible? No puedo siquiera decir que es algo que deseo hacer. Pido por tu coraje y valentía para entender esta situación con Tu gracia, sabiendo que de alguna manera Tú actuarás en favor mío, en favor nuestro. Te agradezco porque me ves y yo creo que estás conmigo. Por favor recuérdame esta verdad muchas veces hoy y en los días venideros. Lo necesitaré.