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Día 7: Trabajando con Dios

Quizás algunos de estos temas hayan tenido sentido para ti hasta ahora. Quizás mientras leías el título para hoy pensabas, "¿Trabajo? Bueno esta mujer ha llegado muy lejos." Pero reflexiona conmigo,¿qué pasaría si invitásemos a Dios a cada área de nuestras vidas, aún en el trabajo, y lo dejásemos que nos dé las estrategias y las ideas? ¿Cómo sería nuestro trabajo? ¿Cuál podría ser nuestra influencia?

Dios quiere todo de nosotros. Pablo insta a los Romanos a presentar sus cuerpos como sacrificios vivos. Estoy totalmente segura de que eso incluía el trabajo también. Recuerda a David y el censo. Dios le dijo a Moisés que hiciera un censo, pero no se lo dijo a David. Cuando David lo hizo de todas formas, terminó acarreando un gran juicio sobre los israelitas.

¿Y Bezabel? Éxodo describe cómo Dios le dio Su Espíritu para que él tuviese todo el conocimiento y sabiduría y habilidad para realizar diseños artísticos y tallar madera y más. ¿Qué pasaría si le pidiésemos a Dios que nos llene de capacidad de deslumbrar al entrar en nuestros trabajos en lugar de solo tener la habilidad natural?

Hoy, piensa en cómo puedes invitar a Dios a tu lugar de trabajo, sin importar de qué se trate. Seas una mamá, un cirujano o una portera, o un trabajador en un restaurante de comida rápida, Dios tiene estrategias para ti...¿cuáles son? Comienza por preguntarle y ve qué aflora.