FAMMuestra

Es fácil señalar con el dedo a alguien más, ¿no? Cuando estamos heridos, enojados o frustrados, es fácil culpar de todo a la persona que nos causó el dolor. Pero recuerda, por todo lo que vemos mal en alguien, por toda la culpa que le echamos, hay algo en nosotros mismos en lo que también podemos trabajar. Nadie es perfecto, así que en lugar de enfocar nuestra energía en lo que queremos arreglar en los demás, deberíamos enfocarnos en lo que podemos hacer por nosotros mismos. ¿Cómo podemos ser mejores amigos, mejores miembros en nuestras familias, mejores personas? ¡Vamos a poner nuestra energía allí! Esta semana, en lugar de mirar lo que quieres de los demás, practica desarrollar esas cosas en ti mismo.