Esto o AquelloMuestra

¡Todos hemos lidiado con la comparación antes, y todos volveremos a lidiar con ella nuevamente! Por eso es importante pensar en cómo queremos responder. Si nos permitimos dejar que las mentiras de la comparación hablen más fuerte que la verdad de Dios, el poder de la comparación gana. Pero si en vez de eso nos apoyamos en el poder de Dios, si creemos en sus palabras acerca de quiénes somos, encontraremos la fuerza para vencer esas mentiras. Esta semana, escribe algunas cosas que te gusten de cómo Dios te hizo. Pídele ayuda a un familiar, amigo cercano o líder de grupo pequeño. Recuerda esas cosas y celébralas cuando te sientas tentado a compararte, dejando que el poder de quien te hizo, Dios, gane sobre las mentiras de la comparación.