[Serie #vida] Cómo ser padres | Parte 2Muestra

Eduque niños generosos, no malcriados que se sientan con derechos

Todos nos hemos sentido con derechos alguna vez. Sentimos que no se supone que debamos esperar en la fila. Como seres humanos, estamos veteados y manchados con egoísmo. Alguien dijo que lo importante no es cómo respondes cuando no obtienes nada, sino cómo reaccionas cuando no lo obtienes todo. Las probabilidades de que nuestros hijos no reciban nada son pocas, sino es que nulas. Pero pueden terminar haciendo un arrebato si no lo obtienen todo. Es como cuando lloran y se quejan en el parque temático porque no pudieron subirse una vez más a un juego después de haber gastado miles de dólares toda la semana en vuelos, hoteles, compras, entradas y comidas. 

¿Cómo les enseñamos a ser personas generosas? Primero, es importante que los dejemos sentir el valor del dinero. Por ejemplo, si tu adolescente pasa de unas zapatillas deportivas a otras sin realmente gastarlas, puedes decirle que este año Mamá y Papá van a pagar un gran porcentaje del primer par de zapatillas, un porcentaje más pequeño por el segundo par y un porcentaje todavía más pequeño por el tercero. De modo que, si quiere comprar la marca o el modelo que le gusta, la primera vez tendrá que gastar un poco de sus ahorros. Pero, si quiere un segundo par, y no cree que lo que Mamá y Papá puedan pagar es suficientemente aceptable, tendrá que ingeniárselas para pagar lo que falta. Esto le hará sentir el valor del dinero.

Otra manera de hacer esto es animarte a sacar tu estado de cuenta de la tarjeta de crédito, y, sin mostrarles a tus hijos las cantidades, puedes decirles algo como: «Miren, si pagamos el mínimo, nos tomaría cinco años (o el tiempo real en tu caso) terminar de pagarlo, además de que pagaremos todo este dinero adicional por los intereses y los impuestos sobre los intereses. Pero si pagamos la cuenta de la tarjeta de crédito hoy, podremos tener la libertad de hacer lo que queramos con el resto del dinero». Pregúntales a tus hijos: «¿Qué elegirías ser? ¿Un generador de intereses o un pagador de intereses?». Es mejor ser un generador de intereses. De esta manera les estás enseñando a usar la tarjeta, y no que la tarjeta los use a ellos. Una cosa es llorar por algo que no se pudieron comprar, y otra muy diferente es llorar por una deuda que parece nunca terminar.