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Recobrando La ValentíaMuestra

Recobrando La Valentía

DÍA 2 DE 3

Nadie duda de que todas las familias del mundo estamos enfrentando tiempos difíciles, algunos en unas áreas más que en otras, tal vez en las finanzas, la crianza de los hijos en tiempos de confinamiento, el miedo a perder el empleo o a no encontrar empleo en tiempos de recesión económica, el distanciamiento entre padres e hijos por encontrarse en diferentes países del mundo, e incluso que alguno de nuestros abuelos o padres de mayor edad sufran de algún deterioro físico o mental por causa del encierro prolongado.


En la Biblia la palabra "edificar" significa “establecer”, “afirmar permanentemente”. En los relatos del Antiguo Testamento descubrimos, de forma sorprendente, que los Israelitas estaban absolutamente convencidos de que Dios era quien establecía, sostenía y guardaba permanentemente sus hogares, es decir, ellos hacían su parte y Dios se encargaba del resto:


“Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia. Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores; Pues que a su amado dará Dios el sueño."


Cuando Pablo le dijo al carcelero de Filipo que sería salvo él y su casa, no se refería a una edificación, sino a las personas que vivían con él. Y esta fue la bendición que recibió al permitir que Dios formara parte de su vida. Ahora bien, la palabra “guardar” en la Biblia significa observar, proteger, preservar, estar a cargo. Y esto es lo que Dios promete hacer en nuestras familias cuando le permitimos a Él ser el Señor de nuestros hogares. Él se hará cargo, Él nos protegerá y nos cuidará.


Es cierto que de alguna manera pasamos por tribulaciones, tiempos apretados o estrechos. Pero Dios como el Señor de nuestro hogar no permitirá que seamos aplastados o que nuestra angustia sea prolongada.


También es cierto que en algún momento vamos a pasar por apuros y situaciones que en la óptica del hombre no tienen salida ni solución humana. Pero Dios, como el buen Pastor de nuestras almas, no permitirá que perdamos la esperanza, ni que nos desesperemos, pues en su momento nos dará una salida a nuestras más sentidas necesidades.


Al final, querido amigo, entenderemos que todas estas penas y dificultades son una maravillosa oportunidad para crecer en el favor de Dios y ver cómo la vida y la gloria de Jesucristo se manifiestan en nuestras vidas y en la de nuestros hijos. Nuestra valentía en la etapa adulta se refleja en la medida en que logramos confiar plenamente en el hecho de que Dios está a nuestro favor.


“Aun en la vejez, cuando ya peinen canas, yo seré el mismo, yo los sostendré. Yo los hice, y cuidaré de ustedes; los sostendré y los libraré.”

Día 1Día 3

Acerca de este Plan

Recobrando La Valentía

Las tormentas de las dificultades nos llegan a todos sin avisar y nos obligan a hacer ajustes e incorporar nuevas rutinas y hábitos, que nos permitan permanecer valientes y fieles en nuestras convicciones espirituales mi...

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Nos gustaría agradecer a Conociendo a Dios por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://conectar.conociendoadios.net

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