Jesús en casa en tu corazónMuestra

Dejando la ley atrás

Prefiero morir a mi manera que vivir a la tuya. — Lauren Oliver

La Biblia dice que estamos muertos. Es algo extraño. No son las buenas noticias que todos necesitamos oír. Pero, en realidad, es una de las más sorprendentes y poderosas verdades en la Palabra de Dios: Fuimos crucificados con Cristo y hemos muerto. Pero ¿hemos muerto nosotros también? Esa es la pregunta. ¿Qué hemos dejado atrás?

Porque por medio de la ley he muerto a la ley para que pueda vivir...(Gálatas 2:19)

Nos demos cuenta o no, estamos muertos a la ley de la aceptación por medio de las obras. Estamos muertos a la idea que podemos hacer algo para obtener favor extra de Dios. ¡Eso es poderoso! Claramente, podemos abrazar la verdad que solo Jesús puede hacer lo que nosotros nunca pudimos.

De alguna forma, cuando Jesús murió en la cruz, nosotros también lo hicimos. Yendo a través del tiempo, nuestras almas clamaban en angustia, la misma angustia que Jesús en la cruz, y allí dimos nuestro último aliento diciendo "tanto tiempo" de una vida de obras por el favor de Dios.

Maravillosamente, esta muerte tiene un propósito hermoso.

"Por lo tanto..."Cuando leo esta frase trascendental en la Escritura, mis ojos son abiertos al propósito. ¿Con qué propósito morí a la ley? ¿Con qué propósito trato de ganar el favor de Dios a través del ritual y las obras?"Para que pueda vivir."

Morir y vivir. Eso es lo que Jesús ofrece a todos los que están cansados de intentar ganar el regalo gratuito de Dios de la gracia en Cristo. Entonces, deja la ley atrás y camina en una Vida con el Espíritu. ¡No lo lamentarás!

Dador de Vida ¡qué invitación! Qué intercambio. Me llamas para dejar atrás una vida de reglas y "no suficientes" para recibir una vida de aceptación que es más que suficiente. Acepto. De todo corazón, acepto la muerte. Es lo que he estado esperando, un llamado a la vida. Amén.