Si no has orado, no hagas nadaMuestra

Orar es la respuesta

Josafat hizo una alianza con Acab, el rey de Israel. Israel estaba dividido en dos reinos: el reino de Judá, la descendencia de David, quienes seguían obedeciendo la palabra de Dios; y el reino de Israel, aquellos que se rebelaron, que trajeron dioses falsos, donde cada rey fue perverso, siendo Acab el más malo de todos. Josafat, uno de los reyes buenos de Judá, hizo una alianza política con el rey de Israel, y selló ese trato ofreciendo a su hijo en matrimonio con la hija de Acab.

Acab invitó a Josafat a ir a la guerra contra Ramot de Galaad. Era tanta la cercanía que tenían que no dudó en ir. «¡Por supuesto! Tú y yo somos como uno solo, y mis tropas son tus tropas. Ciertamente nos uniremos en batalla». Josafat había olvidado todo lo que era, estaba unido a Acab, eran compañeros de planes y no le importó arriesgar sus tropas. Debido a ello, todos los ejércitos se levantaron en contra de Judá.

«El rey de Israel, y Josafat, rey de Judá, marcharon juntos contra Ramot de Galaad». Trayéndolo a nuestra realidad, ¿junto a quién estás marchando? Probablemente estés marchando al lado de un hijo del diablo, al lado de un Acab. Acab ya había recibido una sentencia de muerte de parte de Dios. Estar en unión con la persona equivocada, en el lugar incorrecto, puede provocar tu muerte. Así que no hagas nada sin antes consultar a Dios. 

Cuando le informaron a Josafat que los moabitas y los amonitas marchaban en contra de él sintió temor. Atemorizado, Josafat decidió consultar con el Señor y proclamó un ayuno en toda Judá. Por fin volvió a orar. Todo lo malo por lo que tuvo que pasar fue debido a que dejó de consultar con el Señor.

Josafat se arrepintió de corazón, porque volvió la unción del Señor a Judá. ¡No tengás miedo! No te desanimes por este poderoso ejército, porque la batalla no es tuya sino de Dios. El Señor les dijo que marcharan. Sin embargo, les dijo que no tendrían que hacer nada; solo presenciar su victoria. No es malo marchar. La diferencia es que nosotros lo hacemos cuando estamos seguros de que Dios ha hablado. 

Reflexionemos

Esta es la palabra de Dios para Colombia y para cada nación: Él pelea por nosotros, nos da la victoria por medio de la oración. No tengás miedo ni te desanimes; porque el Señor estará contigo. 

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