El Amor, La Fe, La Verdadera Esperanza Del Cristiano Muestra

Escuché una vez una frase que decía: “La fe, solamente es fe, cuando es lo único que te queda”. Es común entre nosotros que tan pronto nos vemos asediados por los problemas, las necesidades, o situaciones de falta de salud o economía principalmente, que, en lugar de buscar un lugar solitario para hablar con Dios, para buscar su dirección, para tener comunión con él, se nos escucha quejarnos de aquel desierto por el cual estamos pasando.

Pareciera que, de un momento a otro, todo aquello que le habíamos compartido a otras personas acerca de las bendiciones de Dios, se nos hubiera olvidado.

La palabra de Dios dice en la carta a los Hebreos 11:1 “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”.

Certeza, una palabra de la que no hemos dimensionado su significado, quiere decir seguridad, y regularmente nos sentimos seguros cuando las cosas van bien. Pero cuando  está mal, cuando las cosas no salen como lo habíamos presupuestado, cuando estamos atravesando una situación negativa, llegamos a creer que Dios se olvidó de nosotros.

En la misma carta a los Hebreos, encontramos más adelante, en el capítulo 12 verso 2 lo siguiente: “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”.

Si dejamos de poner nuestra confianza en nuestro bienestar físico, económico, e inclusive espiritual, si ponemos toda nuestra confianza en Dios, siempre vamos a experimentar certeza en nuestra fe, y podremos sortear tormentas, atravesar desiertos, y podremos conocer la fe verdadera, la cual solo viene de Jesús nuestro Salvador, quien ha prometido estar con nosotros todos los días, hasta el fin del mundo.