Dinámicas de una madre  Muestra

El poder de las palabras de una madre 

Las madres necesitan entender que tienen un poder en sus bocas, deben cuidar lo que declaran, sus palabras, aquello que dicen acerca de sus hijos, las expresiones y eso que sus hijos escuchan. En Efesios 4:29 el apóstol Pablo dice: «Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes». Esta no es una instrucción religiosa, hay una razón de ser en lo que dice Pablo. Detrás de cada principio que Dios declara en la Escritura existe una causa y un motivo.  

De nuestra boca no deben salir palabras corruptas y esto tiene un poder sobre la vida de nuestros hijos. Las madres no pueden usar palabras corruptas, declara a tus hijos con propósito de Dios. Hay un poder al declarar en oración proféticamente los propósitos de Dios ya que hacemos que eso se convierta en una realidad en nuestro mundo. En ocasiones se dicen palabras porque heredamos una manera de expresión, pero parte de lo que Dios dice es que cambiará eso y habrá en nuestras bocas alabanzas. De nuestra boca no debe salir ninguna palabra corrupta. En su lugar deben salir palabras para edificar y construir. Construyes la vida de tus hijos. Edificas la vida de tus  hijos. 

Tus palabras producen dos efectos, construyen o destruyen. Cuando hablas positivo construyes la palabra de Dios en tus hijos. Cuando declaras el propósito de Dios en tus hijos ocasionas que crean y reafirmas los propósitos de él en sus vidas, estás profetizando, la palabra más segura es la profética. Con toda certeza puedes hablar y profetizar en tus hijos lo que Dios dice que es para sus hijos y sabrás que eso traerá una transformación en su mente y carácter.  

Por eso el mensaje que Dios nos da es el evangelio. Evangelio quiere decir buenas noticias. Lo que transforma al hombre es escuchar buenas noticias. Al hombre no lo transforma escuchar malas noticias. Dios puede transformar a las personas cuando escuchan buenas noticias. Cuando hablas a tus hijos buenas cosas, aquello que Dios declara (buenas noticias), transformas sus corazones. Necesitas entender que es la manera como Dios opera, si eres una madre sabia tomarás estos principios y comenzarás a aplicarlos en la vida de tus hijos.   

Reflexionemos 

¿Construyes y edificas la vida de tus hijos con palabras correctas?