Escalando liderazgo con sabiduría bíblicaMuestra

Ofrece a la vida tus sobras

¿Alguna vez has deseado u orado que el día tenga más horas? Hay mucho que lograr y muy poco tiempo. Tú tratas y tratas pero cuando la rutina te agota, te das cuenta de que no importa lo que hagas nunca es suficiente. Tengo varios ejemplos, pero supongo que lo entiendes y puedes identificarte. No se trata solo de ti. Es un fenómeno común de la vida y el liderazgo. Al parecer nunca hay suficiente.

Tengo un líder increíble en mi equipo que habla de esto. Llamémoslo Trent. Él dice que está aportando un 120-150% a sus esfuerzos y proyectos. Trent dice que “da todo lo que tiene". Como líder, me gusta cuando mi equipo está completamente comprometido y aporta lo mejor de sí mismo. Por otro lado, debemos darnos cuenta de lo importante que son nuestras palabras, las narrativas que crean y las mentalidades que construyen. No existe la posibilidad de aportar más del 100%. Es prácticamente imposible, así que no usemos ese lenguaje.

El otro día esto nos llevo a una conversación"franca y radical". Quería traer claridad sobre la lente desde la que debemos enfocar la vida y el trabajo, que incluye nuestra energía y esfuerzo. Que el miembro de mi equipo ofrezca el tipo de esfuerzo que ha estado dando está distorsionado. Finalmente desafié a Trent a ofrecer a la vida sus sobras. 

Sí, lo leíste bien. ¡Recomiendo y creo que es un requisito escalar nuestro liderazgo adecuadamente ofreciendo a la vida nuestras sobras! Sé que esto es contracultural a todo lo que nos enseñan y todo lo que el mundo nos arroja. Pero, si la vida se queda con nuestras sobras, es solo porque Dios obtiene lo primero y lo mejor de nosotros. Toma un tiempo para que tu mente y alma entienda esto. Lo primero y mejor de nosotros no debe ir a nuestras relaciones terrenales, regímenes de entrenamiento, carreras o finanzas. Debe ir a nuestra relación con Dios. Y punto.

A lo largo de la Biblia leemos sobre la bendición y el favor de Dios sobre nosotros. Pero olvidamos que Dios es un Dios celoso que desea una relación profunda con nosotros. Este concepto me vino a la mente cuando leí Romanos, capítulo 12. Pablo desafió a los romanos a “ofrecer sus cuerpos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios” diciéndoles que esta es su“verdadera adoración.” Cada parte de nosotros debe ser ofrendada a Dios. Esta es nuestra adoración a Él. Dios debe ser lo primero en nuestras vidas y obtener lo mejor de nosotros. 

Examina seriamente tu día. ¿Te levantas temprano para hacer ejercicio, pero tienes poco espacio en tu día para Dios? ¿Están tus prioridades en el trabajo eclipsando a Dios? ¿Es la tensión relacional en tu vida lo que te impide pasar tiempo con Él? No importa lo que sea, te desafío a que vayas ante Dios, dándole lo primero y lo mejor para que Él pueda multiplicar y distribuir tus sobras. 

Esto es lo que sé con certeza: si le brindas lo primero y lo mejor, Dios tomará tus sobras y las bendecirá de manera que no puedes comprender completamente. La carrera de ratas en la que nos encontramos solo se resolverá con más de Dios, no con más de nosotros. Echa un vistazo a tus prioridades hoy.

Dios, mientras me sumerjo en Tu Palabra, permíteme la capacidad de ver dónde mi agenda, mis prioridades y mis deseos no están en línea con Tu voluntad. Concédeme tu gracia y favor ahora, Señor, para ver como Tú ves, y para que Tu Palabra penetre en mi corazón y en mi espíritu.