Venciendo El MiedoMuestra

¡Enfrentando El Miedo!

Al final, ¿Es el miedo una emoción negativa?

Imagina que por alguna razón un día de estos te despiertas y te encuentras parado con los ojos cerrados y las manos atadas en medio de la calle más transitada de tu país. 

Logras escuchar el sonido y sentir el viento de los automóviles pasando a tu derecha e izquierda a gran velocidad. Dar un paso en falso pondría fin a tu vida.

¿Qué emoción sentirías? ¿Miedo?

Esto puede parecerte extraño, pero ¡El miedo es una emoción buena!

Si no sintieras miedo posiblemente no tomarías las precauciones necesarias para conservar tu vida ante cualquier situación de peligro.

"Pero cuando tenga miedo, en ti pondré mi confianza.

Alabo a Dios por lo que ha prometido.

En Dios confío, ¿por qué habría de tener miedo?

¿Qué pueden hacerme unos simples mortales?"

Salmos 56:3-4 (NTV)

David, el escritor de este verso se encontraba en una situación que atentaba contra su vida. Así mismo nosotros podemos estar frente a experiencias que puedan poner en peligro nuestra salud, relaciones, economía o bienestar. 

Negar el miedo es evitar resolverlo, la invitación es que al tener miedo sepamos como responder ante el. 

David decidió ante la realidad que estaba viviendo depositar su confianza en el Dios que garantizaría que su vida estaría a salvo. 

Debemos entender que todas las emociones son buenas, deben ser cortas y deben ser llevada a un propósito. No estaría bien pasar la vida con los ojos cerrados y atado de manos ante un peligro. Es necesario avanzar.

Recuerda que el miedo al igual que toda emoción no debe ser permanente y por lo general al no llevarlo a su propósito quedará como un pendiente sin resolver.

El propósito del miedo en nuestras vidas es dejarnos saber que hay algo en peligro.

Puede que en algunas ocasiones magnifiquemos más el riesgo o el mal que nos atemoriza y no logremos reconocer a Dios en medio y sobre el problema. David en el versículo lo declara así: “Alabo a Dios por lo que ha prometido”.

En otras palabras, reconozco quien Él es y lo que Él tiene que decir sobre la realidad que vivo.

La próxima vez que te encuentres con miedo, no lo niegues, no lo ignores.

Antes de preguntarte porque tengo miedo será mejor hacerte la pregunta ¿Qué necesita ser protegido? o ¿Qué realmente está en peligro?

Esto te dará una perspectiva incluso más objetiva de tu realidad y antes de sentirte paralizado decide poner tu confianza en Dios y haz el ejercicio de ver como Sus palabras pueden agregar sentido y solución a tus miedos.