Ama a Dios en gran manera: Temor y AnsiedadMuestra

David, llamado un hombre de acuerdo al corazón de Dios y el autor del Salmo 94, no era inmune a la ansiedad. El rey ungido pasó años corriendo del Rey Saúl y escondiéndose en cuevas para salvar su vida. David no había hecho nada para merecer los celos o agresión de Saúl. Él fue la víctima de la pecaminosidad de Saúl. A pesar de eso, aún en los momentos más oscuros, David buscó en Dios su gozo y su fuerza.

Lo que hizo a David un hombre de acuerdo al corazón de Dios fue su habilidad de priorizar su relación con Dios sobre todo lo demás. De David aprendemos que no podemos escapar de los momentos de temor. En esos momentos, podemos buscar a Dios para nuestro bienestar y gozo. Dios caminará con nosotros en nuestros momentos de temor.

A veces, la vida puede arrojarnos pelotas cruzadas en forma inesperada. En estos momentos, puede haber un dolor físico, emocional, o espiritual. Servimos a un Salvador que sufrió el dolor por nosotros y llevó nuestras cargas. Tenemos un Padre Celestial que nos consuela y nos trae gozo cuando estamos angustiados y abrumados.

Dios Padre, gracias porque eres mi bienestar y gozo. En los días cuando estoy abrumado, lleva mi dolor. Cuando estoy débil, sé mi fuerza. Cuando no tengo palabras, intercede por mi. Ayúdame a perdonar a aquellos que me han herido y a reconocer las veces cuando yo he herido a otros. En el nombre de Jesús, Amén