La meta es el amorMuestra

"Antes de la persona"

Antes de que hubiera una persona en esta tierra- y de hecho incluso antes de que hubiera una tierra- ya había una relación. ¿Cómo es eso? Es porque Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios Espíritu Santo existieron como tres personas en una.

Ahora, no puedo explicar completamente la Trinidad. Nadie puede. Es real, pero cómo funciona va más allá de nuestra capacidad de comprensión. La cuestión es que la Biblia deja en claro que las tres personas de la trinidad habitaron juntas por siempre.

Significa que fue, es y por siempre será una relación. Genial, ¿eh?

Tal vez lo mejor de todo esto (para nosotros de todos modos) es que la humanidad fue creada a partir de esa relación eterna. La trinidad tuvo una conversación y acordó, "Hagamos a los seres humanos a nuestra propia imagen" (Genesis 1:26). La trinidad no nos necesitaba. Ellos ya eran perfectos, completos y realizados dentro de sí mismo. Pero del desbordamiento de su amor, decidieron crear humanos, tanto hombres como mujeres.

El primer humano, Adán, vivió en el jardín del Edén con Dios como su compañero desde su primer día. En otras palabras, tuvo una relación con Dios antes de que hubiera otro ser humano que conocer.

La imagen que tenemos de Génesis 2-3 es que Dios y Adán eran amigos. Ellos pasaban juntos en el jardín, hablando acerca de esto y aquello, y salían a caminar para observar las nuevas plantas y animales brillantes mientras disfrutaban juntos de la fresca brisa nocturna. Todo para ellos, solo ellos dos.

Esto es lo que necesitamos para salir de esto: no importa que otras relaciones tenemos (o no tenemos), todos podemos tener una relación con Dios. A través de Cristo, el nos invita al mismo tipo de conexión que tiene dentro de la Trinidad: una relación amorosa y generosa.

Aunque el objetivo principal de relación que tenemos en mente en este momento probablemente sea encontrar o mejorar una relación humana, es importante ver cómo nuestra relación con Dios debe ser primero y sobre todas las demás relaciones. Es la relación, nuestra relación definitiva, y todas las bendiciones fluyen de esa relación.

¿Cómo es tu relación con Dios? ¿Cómo afecta tus relaciones humanas?