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Una doble porciónMuestra

Una doble porción

DÍA 1 DE 3

Nuestra herencia


El profeta Elías a menudo tenía que ir ante los Reyes para comunicarles lo que Dios le había pedido que dijera. Muchas veces el mensaje no era positivo. Pero Elías sabía que Dios hablaba a través de él y esto le dio la fe para creer su palabra para cada situación, sin importar cuán terrible fuera.


Desde que el profeta Elías tomó a Eliseo bajo su tutela, Eliseo vio el poder de Dios a través de su maestro. Todas las bendiciones que el pueblo de Dios disfrutó fueron un testimonio de la fidelidad de Dios hacia ellos. Cuando era hora de que el profeta Elías fuera llevado al cielo, su sucesor Eliseo fue muy claro con su señor: él quería heredar una doble porción de su espíritu. Eliseo comprendió que Dios amaba a su pueblo y sabía que estaba a punto de heredar el ministerio que Elías había guiado. Eliseo se atrevió a pedir una doble porción del espíritu de Elías. Tal vez, como sabía que Elías lo estaba dejando, humilló su corazón, miró de una manera introspectiva y razonó que el necesitaría una doble porción de lo que Elías el Profeta tenía, para poder seguir haciendo lo que Elías hacía.


Elías respondió a su siervo Eliseo: «Has pedido algo difícil... si me ves cuando sea llevado, entonces recibirás lo que has pedido. Pero si no, entonces no lo harás». Eliseo no rogó a su amo, simplemente hizo una petición cuando Elías el Profeta le preguntó. A través de todo lo que Eliseo había experimentado con Elías el Profeta, había llegado a confiar en que Dios, al quien él servía, haría su voluntad y traería honor y gloria a su nombre.


Cuando Elías fue llevado al cielo, Eliseo pudo ver el carro de fuego y los caballos de fuego que aparecían de la nada para llevarse a Elías. Como Elías había dicho, si Eliseo lo veía, se le otorgaría una doble porción de su espíritu. Cuando Elías se fue, Eliseo tomó el manto que había caído de Elías el Profeta y comenzó a caminar en el ministerio con el que Dios había confiado a Elías.


Hoy, tú y yo estamos llamados a confiar en nuestro Maestro. Estamos llamados a saber que está con nosotros y en nosotros. Él es nuestra herencia. Nos perfeccionará y dirigirá cada paso del camino para que nosotros también podamos vivir vidas como la de Eliseo, confiando en nuestro Dios y en su fidelidad para seguir llevando gloria a su nombre, para beneficio de su Reino.

Día 2

Acerca de este Plan

Una doble porción

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Nos gustaría agradecer a World Indigenous Missions por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.worldim.com

 

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