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Oraciones PeligrosasMuestra

Dangerous Prayers

DÍA 5 DE 7

Quebrántame



Está bien orar por protección y bendiciones, pero ¿qué si tú quieres más?¿Qué si tú deseas poder del Espíritu Santo, fuerza del cielo, fe inquebrantable, intimidad genuina con el Padre?



En vez de solo pedirle a Dios que te mantenga seguro, que te dé mas y proteja tu vida, quizás debas pedirle a Dios que te quebrante.



Cuando pienso en hacer esta oración, "Señor, quebrántame," yo pienso en la experiencia que Amy y yo tuvimos en uno de nuestros pequeños grupos. En una noche tempestuosa, fría de enero, nos sentamos alrededor de una habitación cálida y acogedora con siete u ocho otras parejas conversando sobre esta misma oración peligrosa.



Acordamos que todosqueríamoshacerla, y decirla en serio, pero no podíamos negar estar asustados de las consecuencias. La primera mujer que habló tomó la posibilidad seriamente, pero admitió su lucha. Una esposa amorosa y madre de cuatro, ella había seguido a Jesus fielmente desde que estaba en la secundaria. Ella servía en el ministerio de los niños en la iglesia, diezmaba fielmente, ayudaba a niños adoptivos, asistía semanalmente al estudio bíblico, y seguidamente se ofrecía voluntariamente para orar en voz audible en los grupos.



Pero cuando confrontada con la opción de pedirle a Dios que la quebrantara, ella se negó. "Perdón, pero debo ser honesta," dijo. "Yo no quiero pedirle a Dios que me quebrante. Tengo miedo de lo que sucederá. Soy madre de cuatro hijos. Los amo demasiado. Pedirle a Dios que me quebrante simplemente es demasiado aterrador para que yo lo ore jamás. ¿Qué pasa si yo me enfermo o me deprimo o soy apartada de mi familia?"



La mayoría de las demás personas en el grupo asintieron con la cabeza.



Pero mi pregunta se mantiene la misma para todos nosotros hoy en día: ¿de qué nos estamos perdiendo por aferrarnos a la comodidad?



¿De qué nos estamos perdiendo porque estamos tan comprometidos en evitar el dolor y el malestar?



Jesus dijo, "Si tratas de aferrarte a la vida, la perderás, pero si entregas tu vida por mi causa, la salvarás"(Mateo 16:25). Jesus no nos está invitando a una vida de comodidad y facilidad, sino a una de rendición y sacrificio. Nuestro deseo más grande no debería ser que nuestra voluntad sea hecha, pero que su voluntad sea hecha. Y Jesús nos está invitando a morir a nuestras propias vidas, para que podamos vivir momento a momento, día a día, para él. A dejar nuestras salas acogedoras y nuestras oraciones seguras para poder conocer lo que significa ser quebrantado por el bien de los demás.



Al ir a lo seguro, corremos el riesgo de perder algo mucho más valioso que nuestra seguridad y comodidad. No nos damos cuenta qué bendiciones podrían estar al otra lado del quebranto de Dios.



Lucas dijo, "Y [Jesús] tomó un poco de pan y dio gracias a Dios por él. Luego lo partió en trozos, lo dio a sus discípulos y dijo: «Esto es mi cuerpo, el cual es entregado por ustedes. Hagan esto en memoria de mí»" (Lucas 22:19 NTV). Casi todos los eruditas están de acuerdo en que la instrucción de Jesús de "hacer esto" proporciona a los creyentes una manera de recordar, honrar y celebrar su muerte y resurrección. Pero algunos creen que el "hacer esto" de Jesús también se refiere a cómo debemos de vivir. ¿Qué si Jesus no solo estaba hablando de un ritual que hacemos ocasionalmente en la iglesia?¿Qué sí también nos está invitando a ser quebrantados y derramados diariamente?¿Qué si él tenia coraje, la audacia, la fe de orar "Dios, quebrántame"?



Nosotros no solo recordamos a Jesus durante la Santa Comunión en la iglesia. Nosotros lo recordamos en cómo vivimos nuestras vidas diariamente. El cuerpo de Jesús fue quebrantado, porque si sangre fue derramada por nosotros, nosotros también, deberíamos nosotros también vivir diariamente para él, quebrantados y derramados.



Esto puede sonar poco atractivo a primera vista. ¿Quién quiere ser "quebrantado" y "derramado"? Eso suena doloroso en el mejor de los casos y miserable en el peor. Pero es en el dar nuestras vidas que encontramos felicidad verdadera. En vez de seguir nuestra voluntad, nos rendimos a la suya. En vez de intentar llenar nuestra vida con todo lo que queremos, nosotros vaciamos nuestra vida para hacer una diferencia en la vida de los demás.



El verdadero quebranto delante de Dios no es un evento de una única vez. Es una decision diaria. Pablo dijo, "Sí, hermanos, cada día muero"( I Corintios 15:31). ¿Qué significa esto? Cada día, él escogió crucificar sus propios deseos para que pudiera vivir plenamente para Dios. Si tú tienes la valentía de orar esta oración, prepárate. Prepárate para conocer a Dios y ser conocido por Dios en una manera que no has experimentado antes.



Tú puedes jugarla seguro. Pero mi instinto es que tú quieres más que eso. Yo escogí diferente. Yo estoy lleno de fe, tomador de riesgos. Yo nunca voy a insultar a Dios con pensamientos limitados o vivir de una manera segura. Si hay bendiciones del otro lado del quebrantamiento, entonces quebrántame.


Día 4Día 6

Acerca de este Plan

Dangerous Prayers

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Nos gustaría agradecer al Pastor Craig Groeschel y a Life.Church por proveer este Plan. Para más información, visitar https://www.craiggroeschel.com/

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