De la Biblia a la vida: relaciones de parejaMuestra

La Biblia nos anima a cultivar el amor: no basta sostenerlo. Amor que no se cultiva, se marchita y puede morir. Como la semilla y la planta,  el árbol necesita atención y cuidados. El amor, entre otras cosas, es sentimiento, ya que viene del corazón. Y toda expresión de cariño físico o espiritual, todo detalle delicado y afecto contribuye a mantenerlo vivo. Por eso la Biblia nos recomienda el cuidado en las relaciones íntimas dentro del matrimonio, como una santa expresión de la unión del hombre y la mujer que "no son ya dos sino una sola carne". "El marido cumpla con la mujer el deber conyugal y asimismo la mujer con el marido" y, más adelante, "no os neguéis el uno al otro".

Pero no solo las relaciones físicas y emocionales son importantes: el cultivo en común de la vida espiritual que mantiene la pareja unida a Dios y afirma las virtudes del alma es muy importante. Se necesitan tres para el matrimonio: hombre, mujer y Cristo. Cristo como catalizador que mantendrá unidos a los que conforman la pareja, cuando parezca que todos los recursos humanos fallan.