Caminando por valles espirituales Muestra

Volver a lo básico

Confiar en el plan de Dios es el único secreto que conozco en el gentil arte de no enloquecer. - Lysa Terkeurst

Después de leer los primeros dos días de este Plan, esperamos que te sientas alentado de que esta sequía espiritual que atraviesas es común a todos los seguidores de Cristo. No solo eso, también saber que nuestro Salvador soportó dificultades y Se sintió solo mientras vivió en esta tierra, afortunadamente te dará un impulso espiritual.

Entonces, ¿qué hacemos cuando estamos espiritualmente secos? Hay cosas que podemos practicar para ayudarnos a salir de nuestro pozo espiritual. Aquí hay algunas de ellas:

Recuéstate

Lo primero que debemos hacer en esta temporada desafiante es simplemente descansar en Dios. Él es nuestro lugar de seguridad y nuestro refugio contra tormentas devastadoras. Sus brazos son capaces de soportar nuestras heridas más profundas. Entonces, recuéstate. Clama a Él si quieres. Solo sé que te sostiene.

Primero la fe

Tenemos que confiar en lo que nos dice nuestra fe y exigir que nuestros sentimientos pasen a un segundo plano. Se ha dicho que a menudo creemos nuestras dudas y dudamos de nuestras creencias. Necesitamos cambiarlo. Recordar y afirmar la verdad que hemos aprendido en las ricas estaciones espirituales de nuestras vidas nos llevará a través de los valles cuando surjan dudas.

Evalúa tus influencias

Cuando te encuentres en un déficit espiritual, evalúa cuáles son tus mayores influencias. ¿Qué estás viendo o escuchando? ¿Con quién pasas tiempo? Es aconsejable evaluar quién y qué está invirtiendo en nosotros asi sabremos donde estamos parados.

Prácticas espirituales

¿No es curioso que las cosas que no tenemos ganas de hacer durante nuestros períodos de sequía espiritual sean las cosas que realmente más necesitamos para ayudarnos a reponernos espiritualmente? Se siente como un trabajo leer la Biblia, orar, adorar o incluso ir a la iglesia, así que nos detenemos. Cuando lo hacemos, nos desnutrimos aún más espiritualmente. Debemos elegir invertir en nuestro regreso espiritual incluso cuando nuestros sentimientos nos están gritando que no lo hagamos.

Nunca tenemos que ganarnos el amor o la aceptación de Dios con nuestras acciones. Cualquier cosa que hagamos para mantener el rumbo espiritual es solo acercarnos a Él. Para salir de nuestra estación espiritualmente seca, hacemos lo mismo que cuando estábamos en una estación saludable. Porque cuando hacemos eso, eventualmente volveremos a llenar.

Reflexión

• En tu estación seca, ¿qué papel han tenido tus sentimientos? ¿Han dictado tu fe o estabas permitiendo que tu fe gobierne tus sentimientos?


• Cuando estás luchando espiritualmente, ¿cuál es la primera práctica espiritual que tiendes a descuidar? Comprométete con Dios a que continuarás pasando tiempo con Él incluso cuando sientas que Él está muy lejos.