La Biblia explicadaMuestra

¿Cómo entiendo la Biblia?

Hemos abarcado bastante sobre qué es la Biblia, pero ¿cómo realmente la entiendes de forma práctica hoy?

Tal vez has intentado leerla y de repente estás desorientado, confundido, o inseguro de cómo la interpretas. Quizás no sabes cómo o por dónde comenzar. ¡Está bien!

Primero, debes saber que no hay una manera correcta o incorrecta para leer la Palabra de Dios. Él puede hablar a cada uno de nosotros de una manera un poco diferente. Es liberador experimentar cómo leer las Escrituras; puede tomar algo de tiempo encontrar el método que mejor te sirva. Pero aquí hay unos tips para ayudarte a comenzar a leer la Palabra de Dios.

1. Incorpora la oración. Nuestro tiempo con Dios no es unidireccional. Dios es un Dios personal que nos habla cuando lo escuchamos. Dios a menudo usa su Palabra para darnos dirección, respuestas, o ayudarnos a entenderlo. Entonces invítalo a tu tiempo con la Biblia. No debe ser muy elaborado. Considera orar antes de comenzar y pídele ayuda si estás estancado. Puedes orar así: "Dios, revélame algo nuevo hoy." O "Dios ¿Podrías ayudarme a comprender esta parte?" O bien, "Dios ¿Cómo puedo vivir lo que aprendí hoy?"


2. Conoce el propósito. Dios nos revelará cosas a través del Espíritu Santo, aunque tal vez no tengas una gran revelación cada vez que leas las Escrituras. ¡Está bien! No significa que lo estás haciendo mal. El punto de leer la Biblia no es cumplir con una lista: cómo hacer que Dios te ame, ser un buen cristiano, o contestar cada pregunta que tengas en la vida. El propósito de leer la Biblia es conocer a Dios. Entonces no te propongas demasiadas expectativas en ese tiempo. Sólo piensa sobre ello como una manera de conocer a Dios un poco más que ayer.


3. Vívela. Dios no quiere que sólo leamos su Palabra sino que la pongamos por obra en Su mundo. Entonces no leas simplemente la Biblia—presta atención a cómo puedes aplicarla en tu vida un poco más cada día. Deja que la verdad, gracia y amor revelado en su Palabra cambie tu forma de pensar, lo cual eventualmente cambiará tus palabras, acciones y relaciones.


4. Habla sobre ella con otros. Dios nos habla a través de su Palabra, pero también a través de su pueblo. Así que, cuando hablamos a su pueblo sobre su Palabra, podremos encontrar algo que no podríamos haber descubierto por nosotros mismos. Las iglesias siempre fueron de leer la Escritura juntos, entonces sigamos el ejemplo de la iglesia primitiva y hablemos sobre la Biblia con otros. Si tienes dudas ¡pregunta! No sientas que tienes que encontrar todo por tu cuenta.


5. Léela en contexto. Hablaremos más sobre esto mañana, pero antes tienes que escoger un versículo y hacerlo tu lema de vida—asegúrate que lo comprendas en el contexto de la historia. A veces se debe aprender de un versículo—no vivirlo literal—entonces simplemente ten en cuenta no hacerle decir lo que te gustaría en lugar de lo que realmente dice.


6. No intentes abordar todo de una vez. No sientas que tienes que leer toda la Biblia de corrido. Puedes comenzar de a poco. Intenta hacer Planes de Lectura Bíblica como este para guiarte en las Escrituras. Intenta leer un libro de la Biblia corto para comenzar, o un capítulo cada día. Es mejor leer un pasaje corto de las Escrituras e internalizarlo que abrirte paso en un gran tramo que terminarás olvidando o no haciendo nada.

¡Estas son sólo unas ideas para ayudarte en tu comienzo, pero paseando y divirtiéndote con ella! Puedes intentar memorizarla, llevando notas diarias, creando imágenes de versículos, escuchándola, etc. Hay tantas maneras asombrosas de comprender las Escrituras, así que pídele a Dios sabiduría, pide a otros ayuda si lo necesitas, y sé paciente en el proceso.

Ora: Dios, gracias por darnos tu Palabra para ayudarnos a aprender a vivir. Ayúdame hoy a comprenderla más. Muéstrame cómo leerla y cómo vivirla. Háblame a través de tu Palabra hoy, y muéstrame cómo vivirla para ser más como Tú.