Libre de pornografia con John BevereMuestra

Renueva tu mente  

Hoy, quiero centrarme en un aspecto crítico de ser libre y mantenerse libre de la pornografia, o cualquier otro hábito de pecado terco. 

Si has nacido de nuevo, eso significa que tu viejo yo fue crucificado con Cristo, junto con sus pasiones pecaminosas, y ahora has sido resucitado a la vida con Él. Dios ha puesto su Espíritu en ti y te ha dado su naturaleza. 

Conociendo esta verdad, la pregunta natural que sigue es: ¿Por qué todavía peco? Una de las razones es porque tu mente necesita ser renovada. Cuando tu mente es renovada, no volverás a pensar como el mundo lo hace—de acuerdo a la carne. 

La batalla de la pornografía se gana en el campo de batalla de la mente. Pablo escribió: “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente” (Romanos 12:2 NVI). 

Entonces ¿cómo renovamos nuestra mente? Llenándonos con la verdad de la palabra de Dios. Pablo instruyó, “Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo” (2 Corintios 10:5 NVI).

Cada vez que tienes un pensamiento que es contrario a la palabra de Dios, tienes que reemplazarlo con la verdad. Eso significa que antes debes conocer la verdad al pasar tiempo conociendo a Dios a través de Su palabra. ¿Recuerdas cuando Jesús fue tentado en el desierto? Contrarrestó todas las tentaciones que el enemigo le envió con las escrituras. 

Si quieres ganar la guerra en tu mente y caminar en victoria, entonces debes comenzar haciendo lo mismo. En otro pasaje, Pablo nos dice que debemos ocupar “Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios” (Efesios 6:17 NVI). 

Si quieres ganar la guerra, es tiempo de tomar tu armadura y comenzar a contraatacar. A medida que tomes la palabra de Dios en ti y comiences a combatir las mentiras del enemigo, perderán su poder en ti. Entonces comenzarás a correr en el camino de la libertad, descubriendo la vida que Dios quiere para ti.