Momentos de Aprendizaje para Mamás: Devociones para Descubrir a Dios en lo CotidianoMuestra

La oleada más profunda de la injusticia de mi hija se manifiesta cuando le quito algo. No importa si le advierto desde antes que voy a tener que aceptarlo. A ella no le importa si lo estoy tomando como consecuencia de una acción. A veces, lo que estoy tomando ni siquiera es suyo y tengo que devolvérselo a otra persona de quien lo tomó. El escenario específico no importa, si le quito algo, ella está indignada.

"¡No solo quitemos eso!", Grita. A veces, incluso iguala algo para darme, y cuando alcanzo a tomarlo, me lo devuelve con incredulidad, ¡incluso consideraría hacer una cosa así! El sentido de algo que le pertenece aparentemente comenzó temprano y fuerte.

LEER

Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada. Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie. 

Santiago 1:2-5 (NVI)

APLICAR

La mayoría de las pruebas que enfrentamos en la vida implican una pérdida. Podría ser la pérdida de alguien a quien amamos. Podría ser la pérdida de algo, como una posesión física. Podría ser una habilidad o nuestra salud. Tal vez sea la pérdida de un puesto, dentro de nuestra familia, trabajo o iglesia. Incluso podemos perder una percepción como nuestra identidad o reputación. ¿Cuántas veces nos enojamos con Dios cuando Él nos quita algo? 

En lugar de agradecerle a Él por ser el que nos lo dio en primer lugar, tendemos a centrarnos solo en el hecho de que ya no lo tenemos. Si bien es difícil tener una perspectiva de gratitud en medio de liberar algo, debemos recordar que Dios usa estas temporadas de recibir y liberar para hacernos crecer a la semejanza de Cristo. La única forma de madurar es crecer a través de estas temporadas de pérdida y permitirnos soltar el bien para recibir lo mejor, confiando en el amor perdurable de Dios por nosotros.

ORAR

Padre, lo siento si me permití culparte por una pérdida en lugar de agradecerte por las muchas bendiciones en mi vida. Ayúdame a ver cómo puedo crecer en cada pérdida a medida que se produzca y confiar en que tienes en mente mis mejores intereses.

REFLEJAR

¿A qué me aferro que necesito liberar hoy?