Mejor juntos: Buscando a Dios con los demásMuestra

Perdona libremente.

El perdón no es un acto ocasional; es una actitud permanente. — Martin Luther King, Jr.

Probablemente hemos escuchado un número de analogías o frases cuando se trata de perdón:

El perdón es liberar un prisionero y descubrir que el prisionera eras tú.
Se necesita una persona fuerte para decir lo siento, e incluso una persona más fuerte para perdonar.
El perdón no te hace débil, te hace libre.

Esas frases son verdaderas y podemos incluso creerlas. Pero, por alguna razón, todavía luchamos con perdonar a otros incluso aquellos más cercanos a nosotros. ¿Por qué? Porque hay dolor involucrado. Cuando alguien hace algo para herirnos, se siente horrible. Incluso considerar no resentirnos es ridículo para nosotros. Necesitamos hacerle pagar por sus acciones, y pensamos que negar el perdón en precisamente eso.

Pero no son los que están pagando, somos nosotros. Aferrarse al rencor es carcomerse de adentro hacia afuera. Nos hace daño a nosotros no a la persona a quien no podemos perdonar. Lo que hace esto aun más difícil es cuando somos heridos por alguien cercano a nosotros, alguien con quien nosotros "hacemos vida" en nuestra comunidad. Caminar en perdón no solo es esencial para nuestra comunidad de seguidores de Cristo, es vital para la condición de nuestro propio corazón.

C.S. Lewis dijo, "Ser cristianos significa perdonar lo inexcusable porque Dios te ha perdonado lo inexcusable a ti". Por alguna razón, pensamos que nuestro pecado no es tan malo como el de otro. Vemos a la persona que ha apuntado a alguien con un arma y pensamos qué horribles son sus acciones. Mientras tanto, excusamos nuestros años de chismes y mentiritas blancas porque "no son tan malas".

El problema con este patrón de creencias es que nos estamos midiendo en referencia a otro ser humano. Si la gente es nuestro estándar, la meta siempre está moviéndose. Pero cuando Jesús es nuestro estándar, nos daremos cuenta muy rápidamente que nuestra mala actitud o nuestro espíritu chismoso es son pecado. En eso incluso nosotrossomos imperfectos. No podemos asumir que nuestro pecado no es tan malo. Las consecuencias pueden ser diferentes, pero todo pecado es errar en darle al blanco del estándar de Dios.

La gente nos va a decepcionar, nos van a fallar, incluso aquellos a los que somos más cercanos. Así como Dios ha perdonado nuestros pecados, necesitamos hacer lo mismo con otros:necesitamos soltarlos. Cuando tenemos ese entendimiento implantado en nuestros corazones, es mucho más fácil perdonar a alguien lo que nos permitirá vivir en libertad.

Reflexiona

• ¿Tiendes perdonar libremente o te cuesta dejar ir algo? ¿Por qué?


• ¿A quién necesitas perdonar? Pídele a Dios que te ayude a escoger perdonar a esta persona.


• Escribe cualquier revelación que Dios te hable a través de la lectura de la Biblia o el devocional del día de hoy.