Encontrar la vida de Dios para mi voluntadMuestra

He escuchado tantas veces esta pregunta que ya está empezando a perder su significado: "¿Cuál es la voluntad de Dios para mi vida?". Yo lo he preguntando. Todos mis amigos lo han hecho, seguro que tú también lo hiciste. ¿Y por qué no? ¿Quién no desea el plan de Dios para su vida?

Sin embargo, me doy cuenta que al preguntarla podría estar adelantándome a Dios. Últimamente, estoy cambiando esa pregunta por una nueva: "Dios, ¿cuál es tu vida para mi voluntad? ”. 

Tal vez no significa un gran cambio para ti, pero lo cambia todo para mí.

Es porque me gusta hacer batidos.

Permíteme explicarlo.

Tengo cuatro hijas y ellas detestan los nutrientes en su comida. Si fuera por ellas, todo lo que comerían serían papas fritas y caramelos, lo cual en tres días las llevaría a un coma inducido por azúcar. Pero gracias a Dios, encontré una excepción. Les encantan los batidos. Puedo añadir a los batidos de chocolate abundantes nutrientes de grasas saludables y superalimentos que sus infantiles papilas gustativas no detectarán. 

Una mañana estaba preparando esos batidos cuando mi hija de nueve años bajó las escaleras y preguntó si podía ayudar. Le alcancé la fuente con espinacas y le pedí que las añadiera. Sin embargo, olvidé la palta que momentos antes estaba preparando con un tenedor. Cuando me interrumpió, metí la palta con los utensilios en la licuadora de cuatrocientos caballos de fuerza que mi esposa me compró. Así que, mi hija agregó las espinacas y yo olvidé completamente el tenedor; terminamos de añadir los ingredientes y encendí la licuadora.

Casi saltamos a través del techo. Volaron chispas. La cocina se llenó de humo. El tenedor cascabeleaba como una furiosa cobra en una jaula mientras que las luces parpadeaban maniáticamente en lo alto. De repente, el tenedor salió expulsado por un costado de la licuadora y el batido salpicó por toda la casa; de hecho, meses después seguía encontrando batido en el techo. 

Bueno, Mike, cuál es el punto?

El punto es este:

Algunos estamos tan cautivados con el futuro y por lo que Dios hará por nosotros que estamos perdiendo totalmente la visión de lo que Dios quiere hacer en nosotros ahora. Él quiere obrar en nosotros ahora mismo. ¿Notaste el cambio? En, nopor. Nota que Hebreos 3 dice “Si ustedes oyen hoy su voz" ¡Hoy! ¡Ahora mismo! 

Por mucho tiempo he estado obsesionado con todos los ingredientes que necesito para una carrera exitosa, mientras que Dios simplemente me está susurrando: "Oye, ¿podríamos sacar de tu corazón ese tenedor de amargura? Sé que quieres ser exitoso, pero, ¿y ese tenedor de ingratitud o esa cuchara de codicia?

Cuando dejamos de pedir a Dios su gran plan para nuestra vida y comenzamos a pedirle lo que Su vida es hoy mismo para nuestra voluntad, podríamos descubrir que todo lo que Él necesita que hagamos es que escuchemos lo que nos está pidiendo en este momento. Además, si no permitimos que Él saque el tenedor ahora, no importa lo que agreguemos o cuán buena hagamos parecer nuestra vida. Al final, acabará saliendo por un costado.