La Muerte No Tiene La Última PalabraMuestra

Dios está haciendo algo

Cada una de las historias que hemos leído nos ayudan a ver el carácter de Dios. Ahora sabemos que la restauración es parte de quién es Él y cómo opera. Sin embargo, estas historias hacen más que inspirarnos y ofrecernos esperanza: ellas nos apuntan a un proyecto de restauración más grande que Dios está ejecutando.

En el primer día de este estudio vimos que la muerte, el duelo y el sufrimiento no vienen de Dios desde el principio. El pecado trajo consigo todas las cosas malas, y el mundo se fracturó cuando el pecado ingresó en la hisotira. Pero el pecado no derrotó a Dios y el estableció un plan para restaurar no sólo a nivel individual, sino a toda la creación.

Nuestro Dios eprfecto ingresó en nuestra historia imperfecta. Él envió a Su Hijo a morir y experimento una pérdida íntima de manera voluntaria por el bien de su gente. Él tambié sabe cómo se siente una pérdida, pero Él resistió el dolor para que nosotros podamos superar nuestra aflicción. Ahora, después de la resurrección de Cristo podemos encontrar esperanza en Su poder, sabiendo que Él reina victorioso sobre todo dolor.

Las últimas páginas de las Escrituras nos dejan vislumbrar el mundo perfectamente renovado que está por venir. Vemos un nuevo cielo hermoso y una tierra en donde Dios enjugará toda lágrima y la muerte dejará de existir. Tal como lo hizo al principio, Dios morará una vez más junto a su pueblo, trayendo la verdad perfecta, la belleza y la paz. Todas las personas y naciones estarán juntas, se unirán mientras glorifican a Dios y disfrutan de la compañía de los demás sin problemas.

Esta es la esperanza que tenemos en nuestro dolor: que a través de Cristo, Dios está restaurando todas las cosas. Todo el dolor desaparecerá, todo el dolor terminará y experimentaremos la paz perfecta por toda la eternidad con el creador de la vida, el amor y la alegría.