Seis pasos hacia tu mejor liderazgoMuestra

Una persona para empoderar

Una de las primeras cosas que hizo Jesús en sus tres años de trabajo público en la tierra fue encontrar personas para empoderar. Encontró a 12, pero tú no eres Jesús, así que ¿quizás puedas comenzar con uno?

Si no empoderas a otros, he aquí una promesa: te convertirás en una tapadera del trabajo que estás haciendo. Tu trabajo no tiene éxito por lo que haces; tu trabajo tiene éxito por quien empoderas.

Si Jesús, el Hijo de Dios, confió de las personas para hacer algunas cosas, no es probable que construyamos algo grandioso nosotros solos. Construye a las personas y juntos construirán algo genial.

Ayer hablamos de tener coraje para parar. Es posible que incluso debas detener las tareas importantes que disfrutas. Si tienes un informe, una tarea o un proyecto próximo, considera delegarlo. Si alguien puede hacer algo al 50 por ciento, de como tu lo harías, con potencial para desarrollarse, delegáselo y ve cómo crece.

El primer gran movimiento de Jesús fue de encontrar personas para empoderar y Su última acción en la tierra fue delegar parte de Su trabajo más importante a todos Sus seguidores. Usualmente lo llamamos La Gran Comisión, y la última vez que lo verifiqué, está funcionando.

¿Qué puedes regalar? ¿A quién se lo puedes dar? ¿Cómo los desarrollarás y los entrenarás?

Cuando capacitas a las personas adecuadas, se sienten valoradas, crecen en su liderazgo, puedes concentrarte en otro lado y lo que sea que estés liderando se volverá más fuerte.

Puedes tener control sobre tu trabajo, o puedes tener crecimiento, pero no puedes tener ambos. ¿A quién empoderarás?

Habla con Dios:Dios, gracias por confiar en mí para dirigir a Tu pueblo. ¿A quién debo empoderar? ¿Qué debería estar facultando en ellos?