Tu viaje a través del dueloMuestra

DÍA CINCO: Miedo y Muerte

Luego de la muerte de su esposa, C. S. Lewis escribió: “Nunca nadie me dijo que el duelo se parecía tanto al miedo” (Una Pena Observada). 

Los seres humanos naturalmente le tienen miedo a la muerte—su propia muerte y la de sus seres amados. Es la parte del poder que el enemigo intenta ejercer sobre nosotros. 

El dolor en sí con frecuencia trae miedo. La novedad de la vida sin tu ser amado puede generar ansiedad, confusión e incluso pánico. 

Recuerda que Jesús entró voluntariamente por las fauces de la muerte, se acercó al guardián de la prisión de la tumba y le arrebató las llaves de la muerte de las manos. 

Luego, Jesús salió de Su propia tumba, conduciendo un tren de cautivos liberados detrás de Él. 

Sí amigo, la muerte es un enemigo derrotado. Si bien tus sentimientos de miedo son entendibles, no tienes que permanecer atado a él. 

Elige seguir trayendo tus miedos a Jesús y depositarlos en Él. No está molesto contigo porque te sientas atemorizado. Él te invita a que abras tu mano y dejes ir tu miedo. Aquel que ha vencido la muerte está contigo en este momento.