Tu viaje a través del dueloMuestra

DÍA ONCE: Mirando a la Eternidad

La vida es dura. A menudo, especialmente durante el duelo, se siente como si nuestros problemas fueran todo menos “ligeros” o “momentáneos.” 

Si esta vida fuera tan buena como se presenta, haríamos bien en rendirnos. Pero este no es el fin. Hay algo más allá de lo que podemos ver o experimentar en este momento. 

Y para aquellos de nosotros que estamos caminando con Jesús, lo que está por venir será glorioso—tan glorioso que consideraremos nuestro actual dolor tan pequeño, en comparación, que no valdrá la pena mencionarlo. 

Para que eso sea así, esa gloria tendrá que ser ¡increíble! 

Si Jesús tuvo que mantener sus ojos en la eternidad para lograrlo, tú y yo también debemos hacerlo. Sólo mirando a la eternidad esta vida cobra valor. 

Dios entiende que no puedes ver mucho más allá de tu dolor de hoy. Pero mientras sigas recorriendo este camino del duelo, tu vista mejorará, y podrás ver algo por encima de este momento. 

Esa perspectiva futura incluye un propósito para lo que resta de tu vida aquí en la tierra, y aún más la vida que Él tiene para ti en la eternidad. No renuncies a tu oportunidad de experimentar la gloria que está por venir.