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De lo difícil a la bendición

El escudo, el casco y la espada eran tres elementos que formaban parte de la armadura del soldado romano, un atuendo utilizado tanto para defensa como para ataque.

El apóstol Pablo cuando estuvo prisionero en una cárcel romana pudo ser inspirado por el Espíritu Santo (a pesar del momento tan incómodo y difícil que atravesaba) para escribir sobre la protección que puedes tener si amas a Dios aún en los momentos más complicados de la vida. Solo la voz de nuestro Padre celestial puede inspirarte y bendecirte, haciéndote ver aquellos detalles que los demás no ven. Pablo no vio la cárcel, sino una coraza llena de bendición. Te detallamos esa visión del apóstol: 

1.  Que compartir las buenas noticias del amor de Dios es como una fuerte armadura.

2.  Que la confianza inquebrantable en las promesas del Señor te guardará de los ataques del enemigo.

3.  El saber que al recibir a Jesús gozamos del beneficio de la vida eterna, nos libra de la inseguridad.

4.  El comprender que leer diariamente Su Palabra y siendo obedientes a ella tenemos la mejor arma para atacar todo golpe del maligno que es dirigido a nuestra mente y corazón.

El siervo de Dios sacó una ventaja de la adversidad y si él pudo, ¡tú puedes!

Medita en lo siguiente: Si estás viviendo situaciones complejas, puedes sacar una bendición grande y surgirá tu mejor testimonio.

Permite al Señor que te haga ver una solución en donde hay un problema, y donde hay un faltante reconocer que pronto vendrá la abundancia y provisión para tu vida.