[Serie Ejercicio de confianza] En los brazos de DiosMuestra

Clase de civismo 

Si no estás familiarizado con la Declaración de Independencia de Estados Unidos, en el segundo párrafo dice: «Tenemos estas verdades...», ¿verdades?, es imposible, viviendo en una sociedad basada en opiniones, ¿no es así? Continúa diciendo: «... para ser evidente, que todos los hombres, (y mujeres; la humanidad), son creados iguales...», ¿creados?, ¡oh Dios mío!, que ni se te ocurra enseñar esto en las escuelas públicas.

La divinidad e igualdad están conectadas, allí mismo, en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, pues sigue diciendo: «... que están dotados...», es decir, les fue dado por gracia de Dios, no se lo ganaron, se les dio, «... por su Creador».

No debería decir: «¿Del pantano primordial que se convirtió en una ameba, renacuajo, rana, pez, un pez con patas que podía caminar y respirar, y luego en un mono? Luego, cuando se convirtió en un mono, fue trasformado en un hombre que se inclinó, entonces, finalmente, el hombre se enderezó».

Si ese es el pensamiento, entonces, ¿por qué deberíamos llevarnos bien? La evolución se basa en la supervivencia del más apto, por lo cual, no solo debería menospreciar tu debilidad, sino además utilizarla para mi beneficio. No hay igualdad. Simplemente: «Voy a lograrlo y ser el mejor».

Por otro lado, la igualdad proviene de darse cuenta de que hay un Creador. ¿Por qué tenemos tantos problemas con el prejuicio y la igualdad? Porque hemos borrado al «Creador», e hicimos nuestra propia Declaración de Independencia, en lugar de reconocer que la igualdad ha sido otorgada por Él.

Si pensamos desde de la perspectiva de la evolución, ¿qué sigue a continuación? ¡Nada! Somos nosotros el producto final. Esto muestra que están absortos en sí mismos, en su manera de pensar, ¿no es así? Algo más debería seguir en la evolución. De ser así, tendríamos que dar otro salto macro, para convertirnos en alguna otra especie. La pregunta sería, ¿por qué tratamos a todos por igual, si tenemos que obtener lo que podemos conseguir para mantener el proceso?

«Dotado por su creador con ciertos derechos inalienables, entre ellos se encuentran, la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad».

Entonces, lo que declara Pedro en el capítulo 1 de su segunda carta, una fe de igual privilegio que la nuestra, de la misma clase, está tal cual en la Declaración de Independencia de Estados Unidos. Todos hemos recibido el mismo privilegio y esta igualdad se debe a la verdad de la divinidad. Dios nos ha creado, y nos ama a cada uno de nosotros.