Serie Gracia, Simple y Profunda - La Gracia y El EvangelioMuestra

La gracia es gratis

Jesús pagó todo. Ninguno de los sacrificios de aquel entonces, podía perdonar el pecado, todo lo que hicieron fue retrasar el castigo. No hubo mesías o sacrificio perfecto, hasta que Jesús vino. Pablo dice: Dios presentó a Cristo como un sacrificio de expiación... para demostrar su justicia... para ser justo y el que justifica a los que tienen fe en Jesús. Es por eso, que Jesús y Pablo dicen: murió una vez por todas... Por los pecados pasados, presentes y futuros. Por cierto, este no era un plan nuevo o algo que Dios ideó después de Jesús. Esto había sido planeado desde el principio.

Si Dios hubiera dicho: «Sé que la sangre del animal no es perfecta, por lo que no puede cubrir perfectamente tus pecados, pero digamos que es verdadera, de alguna manera los eliminaremos. Lo barreremos debajo de la alfombra un poco, y todo estará bien. Puedo hacer eso». Pero Dios no pudo hacer eso y mantener su carácter. Tenía que haber un defensor que pagase por todos, para que Dios siga siendo justo, y de esa manera justificar a aquellos que tienen fe en Jesús.

Aunque esta es una historia sencilla del evangelio, todavía hay muchos cristianos que creen que es por obras, y que la gracia se gana. Quiero hablar con mucho cuidado y claridad, Jesús nunca dice que esto se gana. Es un regalo recibido por fe y gracia.

Entonces, si las obras no nos justifican, ¿dónde encajan? Jesús y Pablo dirían que, solo porque te justifiquemos libremente por gracia no significa que puedas vivir como quieras. Esa es una idea terrible. Las obras son importantes y críticas para la vida del discípulo, pero fluyen de la gratitud por la salvación.

Los japoneses creen en Kintsukuroi, una filosofía de las cosas que están rotas. Durante cientos de años, toman un plato que se ha roto y en lugar de desecharlo, lo pegan nuevamente junto con polvo de plata u oro, para iluminar el quebrantamiento. Entonces vuelve a ser útil y ahora tiene una historia. Celebran las grietas y el quebrantamiento como parte de la historia de ese objeto. De la misma manera hermosa y perfecta, la gracia de Dios obra en nosotros. Vamos a enfrentarnos con grietas en nuestros corazones y terribles caminos pecaminosos, pero Él llena todas esas rupturas con el oro de gracia. Dios acentúa tu quebrantamiento y vuelves a estar sano de nuevo. Cuando nos paramos como trofeos de la gracia de Dios, podemos señalar todas las cicatrices y heridas que Él reconstruyó. Solo las personas quebrantadas ven la belleza y profundidad de la gracia. La gracia es el mejor regalo que te hayan ofrecido y tiene más que decir que solo rescatarte del pecado.

Para más información del tema de la gracia en archivos de audio y video en inglés de Scot Pollok y un libro descargable: visite www.gsot.edu/simplegrace. El Centro de Gracia para el Desarrollo Espiritual de Grace School of Theology ofrece estudios sin título, oportunidades de un estudio bíblico en línea y recursos como este devocional.