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Una iglesia profética 

Dios dice a Jeremías: Te he llamado para que seas mi voz. Y Jeremías dice al Señor: Pero, Señor, esta es una sociedad patriarcal, solo las palabras de los ancianos tienen algún peso, nadie me va a escuchar - lo que diga no importará. Y Dios responde a Jeremías: No digas que eres demasiado joven.

Lo más fácil de hacer cuando Dios comienza a plantar semillas de visión en nuestro corazón, y revela su asignación para lo que sigue, es comenzar a hacer un inventario de nuestras debilidades, para caminar a través de nuestras deficiencias y revisar nuestros errores y fallas pasadas. Jeremías dijo: Soy demasiado joven. Pero algunos de nosotros decimos: «Soy demasiado viejo», «estoy desempleado», «soy una ama de casa», «soy divorciado», «no tengo educación». Y es tan fácil de completar ese espacio en blanco con lo que sea que nos impida permanecer en nuestro destino.

Pero entonces algo profundo sucedió. El Señor extendió la mano y tocó la boca de Jeremías y dijo: ¡Mira, he puesto mis palabras en tu boca! Hoy te designo para que te pongas de pie contra las naciones... Dios está tocando la boca de la iglesia. Él está diciendo: «Estoy tocando tu boca, te voy a dar una voz».

Lo sorprendente de Jeremías es que después que dijo: Dios, yo nunca podría hablar por ti, más tarde dijo: Si no abro la boca y empiezo a hablar, voy a explotar.

La profecía no solo significa hablar sobre el futuro. En su definición más básica, significa comunicar el corazón de Dios, o hablar en nombre de Él. El Señor está tocando tu boca. Es probable que estés junto a tu compañero de trabajo con el que has estado durante siete años, pero algo te va a tocar y dirás: «No puedo aguantarlo más. Tengo que liberar la verdad del evangelio. Tengo que extender el amor de Jesús a esta persona. Tengo que salir de mi zona de comodidad y comenzar a hablarle sobre esta esperanza que tengo».

Esta es la marca de los últimos días. Dice en Hechos 2, que Él derramará su Espíritu sobre todas las personas. Eso significa que no hay excepciones. Jóvenes, viejos, hombres y mujeres verán visiones, soñarán y hablarán lo que Dios está hablando.

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