Consejos para los hombres sobre relacionesMuestra

Amor es …

“La vida es atareada, y el amor lucha a gran velocidad. Si no tiene tiempo de echar raíces, se convierte en lujuria. Aprendí que necesitamos reiniciar periódicamente la velocidad de nuestro reloj, porque el mejor amor es lento”. Roger Thompson, We stood upon stars (Nos paramos sobre estrellas)

¿Has leído el “capítulo del amor” en la Biblia últimamente? Se parece mucho a las historias de Roger de ayer y hoy.

Este capítulo, 1 Corintios 13, está escrito por el Apóstol Pablo quien fue una especie de entrenador para las primeras iglesias cristianas. 1 Corintios 13 es una sección en las cartas de Pablo que escribió a la iglesia en Corinto.

Por su locación y gran población, el Corinto de la antigüedad fue conocido como un destino para el sexo. Incluso tiene su propia palabra griega, korinthiazomai, traducida como "Yo soy de Corinto", lo cual significa practicar el sexo. Era la aplicación de conexión del mundo antiguo.

Básicamente, Pablo escribió este “capítulo del amor” a un grupo de personas quienes vivieron en una cultura donde el sexo casual estaba tratándose de remplazar el verdadero amor. En otras palabras, esta carta de amor es exactamente lo que el mundo hoy necesita.

Escuchen, el sexo es grandioso. Es un increíble regalo de Dios para el matrimonio. Dios sabía que empezaríamos a tener ganas de sexo cuando éramos jóvenes, y nos pidió que nos guardáramos para el matrimonio. Es como comienzan las familias. Se siente bien. Nos mantiene cercanos, fomenta la vulnerabilidad, nos ayuda a hacer los quehaceres, comunicarnos, planificar salidas, escuchar mejor, ser amables, y muchas otras cosas.
Pero, en un capítulo entero acerca del amor escrito a una cultura descarriada por el sexo, ni siquiera es mencionado.

Esto es lo que creo que Pablo, el entrenador, quería que Corinto supiera (y probablemente nosotros). El sexo no es un destino. Definitivamente no es el destino del amor. Tampoco es un vehículo. No, el sexo es solo uno de los muchos regalos de Dios que podemos compartir dentro de un amoroso matrimonio. Si vivimos como si fuera un destino, nos perderíamos una aventura más grande dentro del corazón de una mujer. Aún más, nos perderíamos del verdadero destino del amor— Dios mismo.

Mira el video de hoy, y considera la pregunta a continuación.

Considera:¿En qué partes del “capítulo del amor” estás prosperando? ¿En cuál te gustaría progresar más? ¿Qué puedes hacer inmediatamente al respecto?