Las 7 C Para Ganar AlmasMuestra

El Consolador

Hoy vamos a ver la quinta “C” para ganar almas, y ésta es el Consolador. Muchas de las veces en las que Jesús habló sobre el Espíritu Santo, se refirió a Él como el Consolador. 

En Hechos 1:4–5, después de la resurrección, Jesús dijo algo muy intrigante a sus discípulos: 

Una vez, mientras comía con ellos, les ordenó: ―No se alejen de Jerusalén, sino esperen la promesa del Padre, de la cual les he hablado: Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.

Ya les había dicho que fueran al mundo, pero después dijo: “Necesitan esperar por algo. Necesitan un equipo antes de que vayan. No vayan y empiecen un estudio bíblico, no vayan a pasar tratados, no hagan nada. Primero necesitan algo. Necesitan ser bautizados con el Espíritu”. 

Vea lo que Jesús dijo en Hechos 1:8: 

Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.

El Espíritu Santo nos da poder para testificar. Hay todavía algo más que vivir una vida de integridad. Hay un elemento sobrenatural y cautivador cuando una persona está llena del Espíritu Santo que hace que su testimonio del evangelio sea todavía más aceptable. 

No cabe duda de que para Jesús esto se trataba de algo enormemente importante para que dijera: “Ni siquiera salgan de Jerusalén sin Él”. Dios nos ha dado el Espíritu Santo, el Consolador, para darnos poder y para alcanzar a nuestra generación para Cristo.