Edificando su feMuestra

Su entrenador profesional 

Mientras continuamos viendo la fe, quiero leerle Hebreos 12:1–2: 

Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.

Es vital que usted comprenda lo que este pasaje enseña sobre la fe si es que desea progresar en su fe. La verdad es simplemente ésta: Jesús es el Autor y Consumador de nuestra fe. Él no solamente es el autor, Él es el que desarrolla nuestra fe. 

¿Recuerda la analogía del fisicoculturista de los últimos dos devocionales? Bueno, si su fe es como la de un fisicoculturista, Jesús es su entrenador de pesas. Muchas de las personas que están en serio en el fisicoculturismo tienen un entrenador profesional que entrena con ellos para ser más eficaces en desarrollar masa muscular y esculpir sus cuerpos. 

Así como el entrenador profesional de pesas es para el fisicoculturista, Jesús es su entrenador profesional de la fe. Nadie conoce más sobre la fe que Jesús. Si usted quiere aprender sobre la fe, necesita escuchar a Jesús. Necesita seguir sus direcciones en cuanto a cómo desarrollar su fe. 

Durante los próximos devocionales, le mostrará tres niveles de fe de los que Jesús habló. A través de ese proceso, oro para que usted descubra dónde se encuentra, y para que vea hacia dónde necesita dirigirse y qué necesita procurar hacer para que su fe crezca.