Descubriendo y disfrutando su propósitoMuestra

El GPS de Dios

Hebreos 13:20–21 son dos versículos que me dan mucho ánimo: 

El Dios que da la paz levantó de entre los muertos al gran Pastor de las ovejas, a nuestro Señor Jesús, por la sangre del pacto eterno. Que él los capacite en todo lo bueno para hacer su voluntad. Y que, por medio de Jesucristo, Dios cumpla en nosotros lo que le agrada. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Estos versículos nos enseñan que Dios siempre está obrando en nosotros para llevarnos a la madurez, que es nuestro destino en Cristo. 

En una ocasión, un amigo compartió conmigo una brillante ilustración de esto. Él comparó la dirección de Dios a un GPS (Global Positioning System por sus siglas en inglés), uno de eso aparatos que ahora tienen los vehículos y que le da indicaciones para llevarle a su destino. 

Un sistema GPS utiliza un satélite para darle una perspectiva aérea, y su única función es llevarle a su “destino”.

Mientras viaja a su destino, un mapa aparece en la pantalla y una voz que molesta mucho le habla para guiarle a lo largo de todo su viaje: “Dé vuelta a la derecha en la próxima esquina; vuelta a la izquierda en 150 metros; vuelta a la izquierda en 50 metros”.

Si se le pasa una vuelta, inmediatamente recalcula una nueva trayectoria para que usted regrese al camino correcto. Y, si se vuele a equivocar, inmediatamente recalcula otra nueva trayectoria. 

De la misma manera, Dios tiene un destino que quiere que alcancemos, algo que encaja en Su gran plan maestro. Por Su gracia, Él nos está guiando a través del camino, inclusive cuando nos desviamos. Dios simplemente reajusta y dice: “Esto es lo que tienes que hacer para regresar a Mi plan”.

A través de su “GPS”, Dios siempre está trabajando para llevarnos a dónde necesitamos estar. ¡Alabado sea Dios!