Beneficios del conocimiento divinoMuestra

El conocimiento de la herencia

El factor más limitante de la vida productiva y efectiva de un creyente, no es el diablo, sino la ignorancia. ¿Cuál es mi enemigo?, ¡ignorar!, por eso reiteradamente los apóstoles decían: hermanos no quiero que ignoréis, porque eso es oscuridad, y el sistema de engaño gana ventaja en nosotros, por eso un entendido es alguien efectivo, ¿por qué?, porque Cristo hace real el beneficio legal del derecho que nos otorga.

Los apóstoles en sus oraciones tenían un enfoque para ser llenos del conocimiento, sabiduría e inteligencia; oraban diciendo: «que se alumbren los ojos de vuestro entendimiento, para que puedan saber y ser entendidos». Cuando entendemos, no somos cautivos de la ignorancia.

Sigamos analizando la necesidad de creer y crecer en el conocimiento de Dios.

3.  Saber que en Cristo tengo el cumplimiento de todas las promesas de Dios. El apóstol Pedro dice: «por medio de las cuales nos ha dado», no dice que nos va a dar, ya no es una promesa, pues es algo que se espera que ocurra, en cambio, ya cumplido, tenemos un derecho. ¿En quién se dieron cumplidas las promesas? En Cristo. «Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén», las promesas ya están hechas y cumplidas, y son efectivas por medio de nosotros para la gloria de Dios. 

Cuando en un entendido opera el conocimiento, la promesa ya fue cumplida. Ya no espero que Dios haga, yo recibo, tengo un derecho de herencia, porque soy hijo. La promesa es para todos y la herencia es entregada a los hijos. La herencia es un derecho legal que tienes y tomas, por la certeza de que el Padre ya incluyó todo en el testamento.

Se requiere más fe para alcanzar una promesa, que para recibir una herencia. ¿Por qué?, porque la promesa está basada en lo que Dios hará. La herencia, es un derecho basado en lo que ya hizo y escribió en el testamento. El testamento es válido, una vez el testador muere, por tanto es irrevocable.

Cuando entiendo lo escrito en el nuevo pacto, me apropio de ese derecho legal de testamento, y no hay diablo, demonio, pecado, enfermedad, no existe nada, ni nadie que pueda quitarme el derecho, porque fui acreditado por el Padre. 

Somos herederos del cumplimiento de las promesas. El testador murió y resucitó, para garantizar que los llamados reciban la herencia de esa promesa. Tengo los derechos de la herencia, porque soy hijo.

4. Participar de la naturaleza divina. Pedro asegura que «somos partícipes de la naturaleza divina». El beneficio del conocimiento me hace participante.