Jesús, el Mejor Sacerdote: Serie Jesús es más grande.Muestra

Advertencia #3: Alejarse de Jesús

Reflexiones sobre la Palabra

Este es un paso difícil. Es difícil de entender y las palabras son difíciles. Sin embargo, es un pasaje importante.

Esta es la tercera advertencia del libro de Hebreos: hay dos más por venir. Este viene después de que el escritor le dijera a la gente: no has crecido, todavía son bebés que necesitan comida para bebés. Si no tienes cuidado, todas las verdades que se te han enseñado se desperdiciarán. En lugar de crecer, rechazarás estas verdades. Las consecuencias son muy grandes.

Recuerda siempre esto: Dios siempre perdonará (la sangre de Jesús puede perdonar todo pecado), pero algunas cosas impedirán que algunas personas vuelvan para ser perdonados.

- Amargura. La verdad de Dios nunca funcionó en nuestras vidas y puedes amargarte y no volver.

- Ausencia de fruto. La bendición de Dios sobre ti nunca dio fruto: no nos vemos diferentes de como eramos antes de conocer a Jesús.

- Espinas y malas hierbas. El agua de Dios se utiliza para producir cosas malas. Dios destruirá esto.

A estas personas les resulta imposible volver a Dios. No es que Dios no pueda perdonar, simplemente no pueden encontrar el camino de regreso a Él. Algunos no tienen ningún deseo de volver. Algunos nunca han entendido realmente el cambio que Dios tiene para sus vidas y no ven ninguna razón para volver a Jesús. A menos que suceda algo especial en sus vidas, nunca volverán.

¿Qué hacemos? Ora. Prepárate para caminar con ellos si quieren volver, necesitarán a alguien que les ayude. Necesitan ver el corazón perdonador de Dios. Necesitan ver el Santo corazón de Dios. Necesitan ver el cambio que el poder del Espíritu Santo puede hacer en sus vidas.

Oración:

Padre, este es un paso difícil. Cuando Tu Palabra no produce fruto en nuestras vidas, nos volvemos peores que la tierra improductiva, producimos malas hierbas y espinas. Avergonzamos Tu nombre y Tu provisión de perdón a través de Tu sangre.

Padre, hoy oro para que Tus palabras para mí liberen la vida y la utilidad en mí y en todos los que leen. Padre, ayúdame también a desafiar a los demás. Dame manos dispuestas para traer de vuelta a otros que no puedan llegar allí sin ayuda. En el nombre de Jesús, amén.