Encontrando descanso en un mundo atareadoMuestra

La visita de Jesús a la casa de Marta te es conocido si has estado cerca de la iglesia por un tiempo.Tarde o temprano, aparece en una historia de la escuela dominical o en un mensaje desde el púlpito.

Rápidamente nos identificamos con una de las hermanas. 

Empecemos con los que estamos en los zapatos de Marta.

Como Marta, podemos encontrarnos esforzándonos en nuestro caminar de fe. Podríamos habernos suscrito, sin querer, a una marca llamada: cristiandad orientada al desempeño. Inconscientemente, aceptamos la idea que podemos ganar la aprobación de Dios. Podemos creer que estamos trabajando duro por el Reino de los Cielos cuando, en realidad, nuestro ministerio se ha vuelto más importante que el Mesías.

Olvidamos que Cristo murió por los impíos, los quebrantados, los heridos, los que no tienen nada. Las Escrituras dicen en Romanos 5:8 que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. 

Todavía pecadores. Dios no necesita que seamos perfectos, no quiere que le presentemos un expediente limpio. Él tiene como objetivo tomar las piezas rotas de nuestras vidas y unirlas para crear algo tan hermoso que nos llama Su "preciada posesión".

Si estás pensando: "No soy suficientemente bueno para la cuestión cristiana", ¡tienes toda la razón! La verdad es que ninguno es "suficientemente bueno". Todos hemos pecado y nos hemos quedado cortos en cuanto a los estándares de santidad de Dios. Reconocer que nunca lo vamos a lograr por mérito propio es el primer paso para hallar descanso por ahora y por la eternidad. 

Llévale tu desorden a Él, llévale tu quebrantamiento. Para Él no es demasiado. 

Inclínate

Papá Dios, Gracias por enviar a tu Hijo a tomar mi lugar en la Cruz. Me siento tranquilo(a) porque mi justicia proviene de Él ynada tiene que ver conmigo o con mis logros. Confío en el Sacrificio Perfecto por el cual no necesito ser perfecto. Amén