La ley de reino: la ley de darMuestra

La ley de dar

¡Qué testimonio tan poderoso el de Juan Carlos! Todo lo que él dice es una realidad. Es que el mundo del Espíritu se mueve a través de leyes, bueno, no solamente el mundo del Espíritu, el mundo natural, el mundo social; nosotros como hijos de Dios si rompemos leyes civiles, ¿estaremos exentos o no tendremos consecuencias porque rompemos esas leyes? ¡Claro que tenemos consecuencias! Lo mismo sucede en la vida del Espíritu, hay gente que opera en leyes espirituales sin ser hijos de Dios y reciben beneficios de esas leyes que viven, al mismo tiempo hay hijos de Dios que quebrantan leyes espirituales y también reciben consecuencias de quebrantar dichas  leyes.

Lo que estaba hablando Juan Carlos en su testimonio acerca del dar y el ejemplo que utiliza acerca de aquel que siembra tiempo, amor, pues lógicamente todo lo que el hombre sembrare, eso también cegará. Son principios que no tienen nada que ver con si tú crees o no crees, no tiene nada que ver con si eres hijo de Dios o no lo eres, son leyes que operan en el mundo espiritual, y en este mundo las leyes en la economía también se mueven de la misma manera. 

Muchas personas, a pesar de que han escuchado sobre la ley del dar, no lo viven, es decir una cosa es tener un entendimiento de esta verdad, es haber escuchado esta verdad y tener el concepto mental; otra muy diferente, es ponerlo como una vivencia. Cuando Jesús hablaba acerca de esta ley del dar, quería el bienestar del individuo. Él enseñó esto mientras hablaba con sus discípulos. Introduce un principio espiritual que tiene que ver con dar recursos, cosas materiales; enseña la ley de la siembra y la cosecha. 

Una de las cosas para operar en la ley del dar, tiene que ver con la motivación del corazón, muchas personas tienen una motivación incorrecta. Cuando dan, a veces es para ganar un favor, por ser vistos por otras personas, otras ocasiones es simplemente porque se sienten obligados. Puede haber muchas motivaciones para dar, lo importante, es que la motivación de nuestro corazón sea la correcta, y no me refiero a dar únicamente en el sentido de dar a una congregación, sino expresar el dar de manera natural. Es un estilo de vida, una manera de pensar, de operar, es cuando tenemos la oportunidad de poder dar, cuando vemos una causa justa, cuando vemos una necesidad, debe ser una forma en la que operemos de manera permanente.