Creciendo en nuestra fe a través de la ansiedadMuestra

Dios escucha 

Hay un salmo que el rey David escribió acerca de su búsqueda de Dios, donde Dios le responde. Este es un factor tan importante al tratar con cualquier forma de estrés o ansiedad. David, muchas veces, escribió estos Salmos porque estaba ansioso. Tenemos que confiar en que Dios nos escucha cuando oramos o clamamos a Él.

Un día, mi esposa y yo estábamos teniendo una discusión en el sofá. Se podría llamar una disputa; cuando uno dice, «Lo que quise decir», y el otro contesta, «Bueno, lo que pensé», enunciando muy bien cada palabra para dejar claro ese asunto. Finalmente dije, «Siento como que nunca me escuchas». Vergonzosamente, admito que esa era mi manera de decir «estoy perdiendo la lucha y necesito apelar a su lado emocional». Sé que está mal, pero simplemente estaba dando patadas de ahogado. Entonces mi dulce esposa respondió, «¡¿Que no te escucho?! Todo lo que hago es escucharte. Durante décadas te he escuchado. Te escucho en la casa. He viajado alrededor del mundo escuchándote. Te escucho varias veces al día los domingos. Incluso otras personas me citan tus palabras». Así que, había perdido el debate porque ella tenía razón. Así también nos pasa con Dios. Nos dice que cuando oramos, Él está escuchando. Él escucha nuestras oraciones todo el día todos los días. Cuando estamos ansiosos, preocupados, temerosos, estresados, Él está dispuesto a escuchar y responder nuestras oraciones.

No solo escucha, pero Él ya sabe lo que estamos pasando. ¿Has escuchado alguna vez a alguien decir que sus pensamientos y oraciones están contigo? La verdad es que sus pensamientos no logran mucho. Sin duda, es algo lindo que decir, pero las oraciones son las que están buscando y hablando con Dios. 

El silencio de Dios es un sentimiento verdadero, pero no es un hecho. Puede ser que pases por un tiempo, quizás a menudo, cuando te sientes que Dios es calla. He tenido esos momentos y puedo garantizar que volveré a tenerlos. Esto es parte de la experiencia cristiana, pero no te rindas porque la realidad es que Dios escucha. 

Hoy a través de tu ansiedad, confía más profundamente y podrás darte cuenta y reconocer que Dios sí escucha. ¿Estás suprimiendo tus miedos y ansiedad, o verdaderamente se los estás dando al Señor?