Humillados ante ÉlMuestra

Este día tocaremos un tema delicado: La consagración. Este es un paso que debemos tomar todos los que seguimos a Jesús como nuestro Salvador y Señor. Consiste en esforzarse por vivir como a Dios le agrada, en rechazar cualquier cosa o acto que produce placer momentáneo que dañe a otros o a nosotros mismos. 

Debemos usar la sabiduría para diferenciar lo bueno de lo malo y apartarnos del pecado. Tienes que amar tu cuerpo, Dios te lo dio. Y no importa tu apariencia física. Ese cuerpo es templo y morada del Espíritu Santo. Aprende a controlarte. Pídele a Dios Su ayuda. 

Escoge bien tus amigos, que sean personas que también aman a Dios y están dispuestos a obedecerle. Ten cuidado con los lugares que visitas. Asegúrate que en ellos no encontrarás la oportunidad de perder el control y ofender a Dios. Toma tiempo todos los días para orar y leer la Biblia. Eso aumentará tu fuerza espiritual. Compórtate como alguien que cree en Dios.