Quiero ser sabioMuestra

La sabiduría se vive

Cualquiera que oye y pone en práctica las palabras de Dios, es semejante a quien construye sobre la roca. Necesitamos poner en práctica lo que escuchamos y leemos, sobre las verdades de Dios. ¿Qué tiene más valor? Lo que dice el jefe o lo que pone por escrito ese mismo jefe. Cuando está escrito, las cosas van en serio. Dios nos dejó por escrito su sabiduría, su consejo para que a través de las Escrituras, podamos obtener una vida de abundancia. La sabiduría está a disposición de quien la quiera. 

Toma en cuenta

• Las obras te muestran el poder de Dios, pero los caminos te muestran su sabiduría. Muchos conocen las obras de Dios, han visto cosas maravillosas que Dios ha hecho a favor de ellos, pero no conocen su sabiduría. 


• Las obras te muestran lo grande de Dios, los caminos te muestran lo sabio de Dios. 


• Las obras te muestran lo externo de Dios, sus caminos te muestran lo interno de Dios. 


• Las obras te muestran el reino de Dios, pero sus caminos te muestra su gobierno. 

La revelación escritural, es más que solamente preceptos religiosos. La Escritura, la Palabra de Dios, es el manual del éxito; el manual de cómo operar correctamente en cada área de nuestra vida. No nos dejó Dios todo esto escrito solo para que lo memoricemos,  que lo repitamos en cada reunión, y ver quien se memorizó más versículos, sino para practicarlos mientras vivamos. 

¿Qué me muestra la Escritura?

• La Escritura no es la revelación de cómo el hombre llega al cielo. Aunque en Cristo tenemos vida eterna, pero no, la sabiduría nos muestra cómo debemos vivir aquí en la tierra, cómo el hombre baja el cielo a la tierra. 


• No es la revelación de cómo vamos a ser en el cielo, sino de cómo vamos a andar aquí en la tierra. 


• No es la revelación de nuestra herencia cuando morimos, sino la revelación de cómo obtenemos nuestra herencia mientras caminamos aquí. 


• No es la enseñanza de cómo vamos a separarnos de la tierra sino como vamos a poseer la tierra. 


• No son normas que nos enseñan a ser religiosos, sino preceptos que destruyen lo religioso en nosotros para llevarnos a una vida más elevada, a caminar sus caminos. 


• La Escritura no nos enseña cómo morir, nos enseñar cómo vivir. 

Necesitamos tomar una decisión individual y personal, sobre la sabiduría que Dios nos entregó, es necesario que la escudriñemos y la practiquemos, para que sea vivencial.